Durante el programa de hoy, la entrada a una de las salas de ‘GH VIP’ se ha convertido en un gran dilema para algunos concursantes:
‘’Esta sala se convierte en una gran cabina de teléfono y algunos concursantes van a recibir una llamada de un familiar, a cambio de pagar la llamada con parte del premio final común. Una decisión muy difícil’’, explicaba Ion Aramendi.
De esta manera, el reality les daba la oportunidad a los concursantes de poder hablar con sus seres queridos a través de una llamada telefónica, algo muy bonito que escondía una difícil decisión.
Los concursantes tenían la oportunidad de coger el teléfono y hablar a cambio de pagar 100 euros del premio final por cada 10 segundos que invirtiesen hablando en la llamada. Por el contrario, si cogían el teléfono, pero no hablaban, no se descontaba ni un solo céntimo del premio común.
Los concursantes que han tenido que enfrentarse a uno de los mayores dilemas en lo que llevan de concurso han sido Álex Caniggia, Laura Bozzo y Sol Macaluso. Las decisiones que han tomado han dejado con la boca abierta a todos los espectadores.
Después de que Ion Aramendi le explicase las consecuencias de coger el teléfono y hablar con su ser querido, Laura aceptaba, pensándoselo mucho, enfrentarse al dilema y lanzarse a hablar con su hija, Alejandra.
Con una llamada de un minuto y diez segundos y 700 euros gastados, tras colgar el teléfono, Laura explicaba lo bien que le había sentado la llamada: ‘’Me cambió todo el chip de la cabeza, ahora sí tengo por quién luchar y por qué quedarme. Lo único que les voy a dejar a mis hijas como herencia es que su madre hasta la muerte fue una luchadora y contra el mundo’’.
El argentino era el primero en enfrentarse al duro dilema y, sin miramiento alguno, cogía el teléfono para hablar con su mujer, Melody. Nada más acabar la llamada el concursante saltaba de la emoción y no se mostraba arrepentido en cuanto Ion le ha indicado que se había gastado 800 euros:
‘’La verdad que me sirvió, me da fuerzas para seguir, obviamente depende de la gente, pero la familia para mí es todo y es muy importante estando aquí encerrado, escuchar la voz de nuestros seres queridos. Para mí esto fue un regalo de Dios’’.
Sol Macaluso ha sido la tercera concursante en enfrentarse al dilema y, al contrario que sus otros dos compañeros, la periodista ha decidido no hablar con su futuro marido para no gastar ni un solo euro del premio final.
‘’Te amo mi amor, te juro que te amo más que a nada en el mundo, te lo digo aquí delante de todos. Estoy por un premio para nuestra familia, para nuestros hijos que están en el cielo y para los que vendrán. Me la estoy jugando por nosotros’’, gritaba entre lágrimas Sol al no haber podido hablar con su futuro marido.