Daniela en su habitación
La casa ya está lista para el comienzo de la gala y los concursantes esperan en el sofá rojo del salón. Daniela ordena su habitación antes de salir de ella y Laura termina de cenar. La gala está apunto de empezar.
Maica, Laura y Luis se presentaron ayer a mini Super en el tribunal de los oficios y fue Luis quien más medallas consiguió. Empieza un nuevo mandato. Pero la medalla más esperada es la de la expulsión del jueves. Ésa sí que nos tiene en vilo. Manu y Laura peligran esta vez y, aunque Ruvens asegura que no se van a ir, hasta el jueves no se va a saber. Daniela y Luis son los otros candidatos.
Esta noche tenemos visita. Tomasso entra en la casa para dar una sorpresa a Maica y los detalles aún no los sabemos. Aunque no creo que le traigan de Italia para un ratito nada más.
Óscar y Ruvens siguen distanciados. Cada vez más. Y cuanto más se separan, más se acerca Óscar a Daniela y Maica y más distancia provoca en Ruvens este acercamiento. Es como una aceleración. Ruvens sigue pidiendo que no le hable y Óscar no estará tranquilo hasta que no hablen.
Por lo demás, bienvenidos al martes y conectamos con la casa. Descubre aquí la última hora de la casa de Gran Hermano.
La casa ya está lista para el comienzo de la gala y los concursantes esperan en el sofá rojo del salón. Daniela ordena su habitación antes de salir de ella y Laura termina de cenar. La gala está apunto de empezar.
Ruvens y Manu hablan en la habitación rosa sobre la "poca comida" que hay y "lo mal" que lo van a pasar en los próximos siete días. Entra Maica en la habitación, coge un neceser y vuelve a salir, y cuando sale Ruvens habla sobre la carta con forma de mariposa que le enviaron a Maica sus padres: "Es una hoja de ruta, increíble, no sé como se la dejaron pasar. Se suponía que tenia que ser una carta, no eso. Está claro que la balanza no está equilibrada", y Manu responde de: "Claro que no está equilibrada, con ella (Maica) nunca lo ha estado, la casa tambien piensa que es favorita". "Yo tengo una mala sensación para el jueves, no sé por qué", añade Manu.
Los concursantes se terminan de arreglar y van pasando por la cocina para cenar. Después, esperan en la habitación rosa nuevas indicaciones del Súper para el inicio de la gala. Violeta piensa firmemente que esta noche se salva algún nominado de la expulsión, aunque tienen claro que ella no va a ser.
María José Galera se ha plantado y ha lanzado un comunicado a través de su perfil de Instagram para pedir respeto hacia su hija Laura, que está recibiendo muchos insultos en las redes sociales. Una petición que se suma a la que hizo hace tan solo unas horas Marta Peñate, que le pidió a todos los seguidores de 'Gran Hermano' que no reprodujeran ni compartieran insultos hacia concursantes y que se centrasen en criticar únicamente su actitud en el concurso.
La casa sigue en calma con cada concursante a lo suyo. Unos se maquillan en el tocador como Maica, Daniela, Violeta y Óscar, otros descansan en la habitación como Adrián, Luis y Ruvens, y otros se ponen a hacer la cena como Jorge, que quiere tenerla lista antes de que empiece la gala.
Los concursantes se siguen arreglando para la gala y lo hacen muy extrañados porque el Súper no deja de poner música en el jardín. Daniela piensa que debe de haber muchos gritos en el exterior y Juan asegura que nunca los habían encerrado en la habitación rosa tanto tiempo. Maica sigue arreglándose en el baño junto a Daniel, a Nerea y a Violeta.
Maica Benedicto y Tommaso Franchi se conocieron gracias a la visita de la murciana a la casa de 'Grande Fratello' en Italia y las chispas surgieron en tan solo dos días. Desde entonces, la amiga de Daniela no ha podido dejar de pensar en el joven de la Toscana y se mostró muy emocionada cuando pudo hacer una videollamada con él la semana pasada en el 'Límite 48 horas'. Hoy su emoción será aún mayor porque se reencontrará físicamente con el italiano, que ya ha puesto rumbo a España.
Laura le pide a Manu que le ayude a cortarse el pelo ya que él es el peluquero de la casa, coge una cuchilla de cejas y empieza a recortarle los pelos de de la nuca y de las patillas, y Laura queda conforme. Luis se anima y le pide a Nerea que le depile las cejas. Los concursantes comienzan a arreglarse para la gala de esta noche.
Ruvens sigue sin hablar con Óscar y está cada vez más nervioso. Ayer cerró la puerta del dormitorio azul dejando a Daniela del otro lado y después de increparla por haber cambiado de dormitorio un montón de ropa. Nadie entendió la excesivamente enérgica reacción de Ruvens. Es su tercer encontronazo grave en menos de una semana, primero con Maica, luego con Óscar y ayer con Daniela. Sus gestos y aspavientos no solo denotan cierta falta de educación, también que su nerviosismo lleva una preocupante progresión ascendente.
Los concursantes descansan en la habitación rosa mientas se termina de hacer el almuerzo. Óscar comenta con Adrián su situación con Ruvens y le aconseja que "a Ruvens hay que darle su espacio muchas veces".
Muy buenas, soy Berto González y seguimos con el minutado de la casa de GH. Luis, Manu y Laura hablan en la cocina de las medidas de las barras de pan que van a hacer en el horno. "Tienen que ser lo más equitativas posibles porque yo llevo dos días comiéndome las pequeñas y otra gente las grandes", asegura Laura. "Tenemos que ver bien cuanta cantidad dejamos para cada barra para que salgan lo mas iguales posibles", dice Luis y Adrian añade que "lleva toda la semana comiendo de las barras pequeñas". "Ahora intentamos hacerlas más iguales y ya está, aunque luego en la práctica...", dice Manu sin llegar a una solución.
Mientras tanto, Violeta y Nerea le aconsejan a Ruvens que se haga una cresta en el pelo mejor que como lo tiene ahora y a él no le parece una mala idea.
Maica se termina de duchar y le dice a Óscar que se duche él también. Pero Óscar no quiere pasar frío y le pide a ella que encienda la ducha para pasar del jacuzzi a la ducha sin apenas dejar de sentir agua caliente en la piel.
Y con esto, le paso el minutado a Berto. Mañana más.
En la mesa empiezan a comer. Violeta ha ido a avisar a Maica y a Óscar, pero la conversación de negocios les tiene de lo más enganchados. Al poco llega Daniela y, aunque les dice que separen el afecto del business, acaba también atrapada en la conversación.
Daniela se va a organizar su ropa y les dice que no va a sentarse en la mesa, que ya come luego con ellos dos. Una vez sale Daniela, Maica opina que es comprensible que no quiera comer con los demás, aunque Óscar le dice que no sentarse es dejar ver la debilidad, "hay que mostrar siempre firmeza", opina.
Maica y Óscar han pasado a hablar de negocios. Maica lo tiene todo en la cabeza y no quiere dar muchos datos, pero la cosa va por limpieza y el primer producto que quiere lanzar es... ¿de verdad tengo que decirlo?
Óscar quiere ser su director de marketing y quiere montar un lineal con la lejía, el lazo, los slogans y todo ya mañana mismo en la casa. Para ir probando. Maica no lo tiene claro, no quiere contar sus ideas en voz alta antes de tiempo y, además, dice que ella ya lo tiene todo en la cabeza. A lo que Óscar declama: "la cabeza, la palabra y el acto deben ir unidos".
Óscar le explica a Maica que, al no querer Ruvens decirle lo que le pasa, no le da la opción a disculparse, corregirlo o rectificar. Además, al no saber qué le pasa a Ruvens se queda sin argumento para defenderse. Y teme que se lo suelte esta noche en el directo y le pille sin defensa. Y todo esto junto le parece a Óscar que es un movimiento calculado. Maica le aconseja que diga eso en el directo, que diga cómo se siente y lo desarmado que se siente y que le parece que Ruvens lo ha calculado todo.
Eso sí, Maica le recuerda de nuevo a Óscar que aún tiene que comprobar cuando salga que no la ha criticado.
Óscar está completamente sumergido en el jacuzzi. Saca la cabeza del agua al tiempo que llega Maica para darse una ducha. "Es que no me apetece nada lo de esta noche. Va a estar como un león...", saca tema Óscar. Si es que hay otro tema. Óscar opina que el plan de Ruvens era separarle de Maica y Daniela, para luego separarle también de sus amigos y que se quedara solo. Dice que va a pedir que Ruvens no use el directo para machacarle y que le debe una conversación. Dice también que lleva tres días machacándole e insiste en que si él le ha pedido que le diga por qué no le habla, que le dé una explicación, no un "ya sabes por qué".
Maica le dice a Óscar que lo que no le ha gustado nada es lo que dijo Ruvens de que Óscar las había puesto verdes. Y dice que no sabe si es verdad, aunque cree que le sentó muy mal y ahora no tiene esa emoción.
Maica opina que Ruvens es una "mente pensante y eso no tiene nada de malo", pero cree que se ha desbordado, que están pasando cosas que no había calculado o lo que sea, pero cree que se le está yendo de las manos. Óscar está de acuerdo.
Maica está a punto de un colapso y Adrián, que le escucha maldecir en alto mientras vacía el bote de 5 litros de lejía en el fregadero, asoma la cabeza por encima del sofá y le toma el pelo. "Un poquito de arroz con lejía viene bien para el intestino", le dice. Y ella le protesta y le dice que no le vuelva a hacer "esto", que tiene el cortisol por las nubes.
Y lo que le queda. Pero eso es para la noche.
Lo que Maica no quiere que Adrián vuelva a hacer es que Adrián deja el cubo de agua de fregar de un día para otro sin vaciar. Y huele mal. Y a saber qué más. "Vacíalo", le ha dicho. ¿Y qué ha hecho Adrián? Vaciarlo en el fregadero. Así que por eso está ahora Maica a punto del colapso mientras maldice y llena el fregadero de agua caliente y lejía no sé a cuántas partes.
Adrián le sigue tomando el pelo, le dice que va a pedir un medidor de cortisol sólo para que ella pueda saber si la cosa está muy mal y, en cuanto a sus órdenes, le dice "sí, sargento", cosa que a ella le sube todavía más la hormona.
En el jardín Jorge, Edi, Violeta, Manu, Laura, Nerea y Luis hablan de exámenes tipo test o de desarrollo. Hay preferencias de todo tipo y Óscar, que pasa por ahí en ese momento, deja claro que él prefiere de desarrollo. El caso es que no sorprende.
De ahí se pasan a hablar de las oposiciones a policía mientras en la cocina Maica barre la despensa y desinfecta superficies al canto de "madre mía, madre mía".