Ruvens sigue sin hablar con Óscar y está cada vez más nervioso. Ayer cerró la puerta del dormitorio azul dejando a Daniela del otro lado y después de increparla por haber cambiado de dormitorio un montón de ropa. Nadie entendió la excesivamente enérgica reacción de Ruvens. Es su tercer encontronazo grave en menos de una semana, primero con Maica, luego con Óscar y ayer con Daniela. Sus gestos y aspavientos no solo denotan cierta falta de educación, también que su nerviosismo lleva una preocupante progresión ascendente.
Óscar no entiende qué le ha pasado a Ruvens, especialmente con él. Le reconcome que no sea capaz de hablarle de lo que le ha molestado o cuál ha sido su fallo o error para estar así con él. A Óscar todo esto le está recordando a las primeras semanas de encierro y cree que Ruvens está intentando separarle de Daniela y de Maica. No deja de ser curioso que ayer dijera esto Óscar, pocas horas después de que este humilde cronista titulase el así el artículo del día: “Ruvens se aparta de Óscar y quiere separarle también de Maica”. ¡Bingo! En esta ocasión Óscar y yo estamos viendo el mismo concurso, él desde dentro y yo aquí fuera.
La discusión entre Daniela y Ruvens sirvió para que Óscar dejase claro lo que opina de quien ha sido su amigo hasta hace cuatro días. Daniela recogió algo dicho por Lucía en su despedida y le dijo a Ruvens que ha utilizado a Óscar. Craso error salir escopetado hacia Óscar con el fin de desmentir lo dicho por la exconcursante, ahora recordado por una de las “fresis” supervivientes. Sospecho que Ruvens estaba convencido de que Óscar lo negaría, pero este afirmó en su cara que ahora también lo piensa. Si el aspirante a director de cine esperaba evitarse complicaciones al apartarse de Óscar, ahora puede que se esté dando cuenta de que el resultado puede ser precisamente el contrario. Luego matizaba Óscar en la habitación rosa y dudaba si la palabra era “utilizando” o “jugando”, lo cual es reducirlo de categoría un par de grados.
Parto de esa idea para explicar la actitud que está teniendo Ruvens ahora con Óscar porque me parece más que sospechosa la correlación de hechos. El sábado Ruvens afirma estar dispuesto a “retroceder cuarenta pasos” si Óscar no es capaz de entender que no le gusta y no va a tener nunca nada físico con él. Este miedo a lo físico es para estudiarlo, pero me meteré en un jardín si sigo por ahí. Tan solo unas horas después de esto que Ruvens le cuenta a Vulcan reniega de Óscar y dejan de tener contacto alguno. No contacto físico, me refiero tan solo a estar juntos y pasar la madrugada en vela hablando hasta la extenuación. O sea, lo que han estado haciendo las últimas semanas.
Si es como sospecho, creo que Ruvens no ha valorado el efecto de su radical decisión. Por el momento, ha echado a Óscar en los brazos de Maica y Daniela. No sé si es también consecuencia de esto, pero anoche Nerea aseguraba en la pink room que había estado diciendo en la sala de confesiones lo contenta que está por volver a sentirse orgullosa de pertenecer a esa habitación. No sé si Violeta estará en el mismo caso, pero al menos Nerea parece recuperada para la causa. Delante de su confesión compartida estaban Maica y Daniela, pero también Óscar. Y es que pasó todo el día pegado a Maica. Desde primera hora, en el cuarto de baño, hasta bien entrada la madrugada. Ahora bien, afirma que su lealtad está con los azules. Todavía.
La decisión de Ruvens fue ampliamente analizada anoche por Maica, Daniela y el propio Óscar. La conclusión sobre este nuevo cambio de actitud de Ruvens es que se ha movido por los gritos del exterior. Lo decía Daniela y Óscar confirmaba. No creo que haya sido así esta vez, aunque sea muy probable que fuera el motivo del primer cambio. “Óscar, Ruvens no te quiere” fue el grito del exterior que les hace sospechar. No le veo relación ninguna. Veo mucho más verosímil que haya tenido miedo de que mantener la relación con Óscar le pudiera complicar el concurso.
Vendiendo la historia al revés he leído o escuchado últimamente que Maica intentaba separar a Óscar de Ruvens, incluso que le habría planteado el dilema de tener que decidir entre su amigo o ella. Nunca he visto tal cosa y lo más cercano fue el día que Maica se enfadaba porque Óscar no se había interesado por ella tras discutir con Ruvens. No le pidió que la defendiera ni pública ni privadamente, solamente que fuera a ver cómo está. Es decir, lo propio de un amigo. Pero jamás le puso entre la espada y la pared ni le pidió que eligiera entre una amistad u otra. Reconocía ayer Óscar que Maica había hecho muy bien al no hablar mal de Ruvens delante de él para intoxicarlo. Ha dejado que él mismo se diera cuenta de las cosas, como parece que ya ha sucedido. Maica dice que todavía necesita tiempo con Óscar y veo poco probable que las cosas vayan a volver a ser como en el pasado.
Si algo me extraña en la actitud de Ruvens es lo poco que tiene en cuenta los sentimientos y puntos de vista de los demás. Solo le vale lo que él piensa y a veces he pensado que es inmune a los sentimientos, propios y ajenos. No estoy muy seguro de si ha utilizado o jugado con Óscar. Posiblemente ninguna de las dos cosas. Puede que sea mucho más sencillo y simplemente haya actuado según su propia conveniencia, sin importarle lo más mínimo el posible sufrimiento de los demás. En este caso el sufrimiento de Óscar, primero por burlarse de él, hacerle el vacío y presuponer que se hacía el enamorado como una estrategia en el concurso. Ahora apartándose sin ni siquiera dar una mínima explicación, escudándose en que Óscar sabe bien por qué.
No vi nunca dudas sobre si estaban haciendo lo correcto cuando en los posicionamientos se cebaban todos contra Vanessa o contra Lucía, exagerando las cosas y dando argumentos repetidos por varios de los azules. Tan solo Óscar se disculpaba con Lucía por haber sido tremendamente injusto con ella. Diría que injusto, machista y desconsiderado. Sin embargo, ahora que ha sido Daniela quien ha cargado un poco las tintas contra Laura parece que hubiera cometido delito de lesa patria.
Ruvens piensa que Daniela “no tiene vergüenza” y “no aporta más que discusiones y mal rollo”. Este cambio sí que es importante, porque hasta ahora la crítica a Daniela era que no aportaba nada en la casa. Así es difícil que se puede aportar mal rollo. Tengo dicho que en los posicionamientos prefiero un discurso pausado y razonado, pero sin demasiadas confrontaciones. Algo parecido me pasa con las despedidas desde plató. No niego que despedidas como las de Vanessa o Lucía dan vidilla y vienen bien para lo nuestro. Pero no creo que sea lo mejor.
Mensajes como el dado por Lucía a Laura pueden estar anticipando a esta concursante (y a los demás) lo que va a pasar. Al igual que con los mensajes a gritos del exterior, les da una información poco deseada, por sesgada e interesada en muchas ocasiones. Además, las ofensas en Gran Hermano más que al ofensor benefician al ofendido. Lo malo no lo es tanto cuando hay alguien perjudicado. Si algún día vas a ser un habitante de la casa de Guadalix de la Sierra di a tus amigos que no detengan insultos y ofensas. Nada más práctico para mejorar la imagen del concurso ante la audiencia.
Laura, Luis y Maica se presentaron candidatos a “minisúper”. Aparte de estar los tres nominados, con lo que podría darse el caso de que el elegido cesase obligatoriamente en el cargo a los tres días, había dos nuevos candidatos y una que repetía. Maica recibió solo los votos de Daniela y Óscar. La cosa estaba entre Laura, con cuatro votos, y Luis, con seis. Después de declarar su fidelidad a los azules, lo cual demostró el domingo en el juego por el que se elegía el “Big bro”, en esta votación Óscar se decantaba por apoyar a Maica, esa amiga a la que siempre termina camelando para no perderla.
En el vídeo de hoy hablo del equilibrio de fuerzas en la casa y quién es el auténtico triunfador de las últimas expulsiones: Jorge.