El matrimonio que hemos conocido en 'Gran Hermano', formado por Javier y Vanessa, ha traspaso las pantallas por completo. Y es que esta pareja lleva alrededor de trece años juntos sin separarse ni un instante y se han visto en la tesitura de tener que elegir quién de ellos sería el próximo concursante de 'Gran Hermano'. Algo que no se esperaban y que tras decidirse, la emoción era total.
En un primer lugar, cantaban algo de bienvenida y mostraban la gran pareja que hacen juntos, más allá de lo amoroso. Los dos son compañeros de trabajo en un dúo musical que forman llamado 'Carpe Diem'. "¡Viva el amor!", decía Javier, al acabar su show junto a Vanessa. El presentador no dejaba escapar la oportunidad después de lo que se había enterado: "Vanessa, ¿le meterías tres puntos a tu marido si la ocasión lo requiere?".
Vanessa se explicaba: "Si es necesario sí", bromeaba. "Los puntos hay que darlos cuando son necesarios", decía el presentador de 'Gran Hermano'. Pero Jorge Javier no tardaba en darles una mala noticia. Uno de los dos tenía que irse y el otro sería el concursante oficial de 'Gran Hermano': "Por desgracia solo se puede quedar uno".
Javier lo tenía claro: "Te quedas tú", le decía a Vanessa, tras desvelar que era ella la que se quería presentar al casting y le animó a él a hacerlo. A Vanessa se le veía preocupada y pensativa, resoplando: "¿Seguro?". Jorge Javier volvía a conectar con ellos y la decisión estaba tomada: Vanessa iba a ser la concursante oficial.
Entre lágrimas lo confesaba: "Tenía muchísima ilusión. Llevo muchos años soñando con esta casa y tenía muchísimas ganas de vivirlo. En trece años no nos separamos. Vida juntos, trabajo juntos, todo juntos...". Y es que Vanessa quiere y necesita vivir esta experiencia, algo que tiene claro que hará dando lo mejor de sí misma. ¡Y tenemos claro que así lo va a hacer!
Por último, Jorge Javier le pedía una canción a Vanessa para despedirse de Javier: "Tenemos una canción, que es 'Si tú me miras', de Alejandro Sanz". Y procedía a cantársela, mirándole a la cara y cogiéndole de las manos. Pero rompía a llorar por el momento tan emotivo que estaba viviendo: "Estamos aquí en la puerta de la casa y ya estoy atacada". Finalmente, se despedían, con una Vanessa llorando a mares.