El pasado septiembre Taiwán presentó su guía Michelin 2024, y en ella se desvelaba una decisión que supone un hito en la historia del preciado galardón gastronómico: por primera vez una heladería consigue una estrella Michelin. Se trata de Minimal, una heladería ubicada en la ciudad de Taichung que ha deleitado y sorprendido a los inspectores de la guía. Al frente se encuentra la chef Arwin Wan, que ya había trabajado como jefa de repostería en Sur, un restaurante del país que ostentaba la codiciada estrella. Pero, ¿qué tiene su heladería Minimal para haber alcanzado esta distinción? Ella mostraba su sorpresa al recibir la estrella: “Nunca imaginé que un negocio de helados podría ser reconocido de esta manera. Esto demuestra que la creatividad y la pasión por la cocina no tienen límites”.
Para los inspectores de la guía Michelin la primera sorpresa llegó al poner un pie en Minimal, porque tuvieron la sensación de entrar en un local que se parecía más a un salón de té que a una heladería convencional. Y ahí los sentidos comienzan a trabajar, preparándonos para una experiencia en materia de helados que se escapa a lo convencional.
Al llegar al segundo piso se encuentra un acogedor comedor con baldosas rojas en el suelo donde es posible pedir un menú degustación que incluye "una variedad de texturas de helado, desde sorbetes hasta helados estilo 'nitro', que ofrecen texturas intrigantes y sabores delicados". Y esto es solo para abrir boca, porque el amor por los helados que llevó a Arwin Wan a abrir Minimal ha dado lugar a un local donde el concepto de helado se ha sublimado.
En la edición anterior, Minimal ya había conseguido un Bib Gourmand, un reconocimiento otorgado a los establecimientos que sirven una cocina de calidad a precios contenidos. Pero este año no han dudado en premiar con una estrella Michelin la propuesta de Arwin Wan, confirmando que su forma de entender la heladería es digna de ser considerada alta cocina.
Desde la presentación hasta la cubertería, todo en Minimal es una apuesta por la delicadeza y el buen hacer, cuidando al máximo cada detalle. Y al detenernos en los helados, que es lo más importante, empieza la verdadera experiencia. Desde la guía destacan la delicadeza de cada helado, los sabores meticulosos y las técnicas hábiles y maduras para trabajar con yuzu, ciruelas de pulpa roja, magnolia, agujas de pino, pomelo o flores de osmanto.
Lo cierto es que nos encantaría viajar a Taiwán solo para visitar Minimal y saborear sus exquisitas propuestas, al mismo tiempo que deseamos que la guía ponga la mirada en el buen hacer de maestros como Jordi Roca o Albert Adrià en un futuro no lejano.
Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.