Los ingredientes afrodisíacos y extravagantes que comían los emperadores en la Ciudad Prohibida de China

Sopa de nido de pájaro, un plato típico de China
  • Un historiador reveló los menús que permanecieron en secreto durante siglos

  • Testículos de tigre y sopa de nido de pájaro son algunos de los curiosos platos que tomaban

Algunos alimentos que se consumen habitualmente en Asia llaman la atención en Europa y viceversa, ya que los gustos culinarios varían según el lugar del mundo. La Ciudad Prohibida de China es una localización en la que los emperadores comían productos exóticos y fuera de lo común, aunque estos permanecieron en secreto durante siglos. El complejo palaciego fue el centro político del país y la residencia oficial de 24 emperadores chinos desde el siglo XV hasta principios del siglo XX. El último fue expulsado en 1924 y los palacios pasaron a ser una atracción turística.

Muy pocas personas podían entrar allí, por lo que circulaban muchas leyendas sobre cómo eran las vidas de los emperadores. La mayoría de los documentos que ofrecen datos sobre este asunto son muy antiguos y están protegidos por su delicado estado de conservación. Zhao Rongguang es un historiador gastronómico de la provincia de Heilongjiang, situada al norte de China, y uno de los pocos individuos que ha podido consultar dichos documentos antes de que fueran sellados. El experto reveló en 2024 a CNN detalles sobre cómo eran los hábitos alimentarios de varios emperadores, tras una investigación que inició casi 40 años antes.

Testículos de tigre

El emperador Kangxi, de la dinastía Qing, gobernó entre 1661 y 1722. Zhao señala que durante esta época el país entró en un período de paz y se produjeron curiosos cambios gastronómicos en la Ciudad Prohibida, ya que se incluyeron testículos de tigre en sus menús. “Antiguamente creían que tenían un efecto estimulante sobre la libido. Creo que Kangxi había comido muchos de ellos, ya que se registró oficialmente que había cazado más de 60 tigres en su vida”.

El historiador añade que en esta era también se consumían crestas de gallo, que se consideraban un ingrediente afrodisíaco. Con el paso del tiempo se incorporaron a la dieta real algunos platos chinos han (un grupo étnico del oriente de Asia), como el guiso de mollejas de pato.

Sopa de nido de pájaro

Qianlong, nieto de Kangxi, estuvo en el poder desde 1735 hasta 1796. Zhao Rongguang resalta que existe información más precisa sobre esta etapa, ya que el emperador dejó registro de sus menús diarios de manera meticulosa. “Los menús a menudo se presentaban al emperador la noche anterior para su aprobación”, comenta. Además, destaca que la cocina imperial empezó a volverse más refinada y diversa, combinando platos tradicionales manchúes, han y de diferentes regiones.

El experto menciona el corzo asiático asado, el faisán y la cola de ciervo sika. “La cola era una parte bastante pequeña, pero maravillosamente gruesa y fragante de un ciervo”, indica sobre este último plato. Otras delicias que consumía el emperador eran pato ahumado estofado y brotes de bambú fritos con carne de cerdo.

Uno de los singulares alimentos que se comía en la Ciudad Prohibida durante aquellos años era la sopa de nido de pájaro con azúcar de roca, hecha con saliva solidificada de golondrinas. Tanto el emperador como los miembros de la nobleza creían que era muy nutritiva, tanto que los investigadores apuntan a que Qianlong bebía un tazón cada mañana antes de desayunar. “Existen muchos mitos y leyendas sobre el nido de pájaro. Era un ingrediente relativamente nuevo en esa época”, expone Zhao.

Un banquete con 108 platos

El estudio de Rongguang incluye una tercera parte centrada en Cixi, la emperatriz viuda de Xianfeng y una mujer que gobernó entre 1861 y 1908. “Era conocida por su extravagante estilo de vida y su apetito por la exquisita comida china han. Fue la época de mayor lujo durante la dinastía Qing”, asegura el historiador.

El número de platos en las comidas diarias fue en aumento en esta era, por lo se extendió el rumor de que en ella tuvo lugar una gran celebración, el banquete Manchú-Han. Se creía que en este evento hubo un total de 108 platos diferentes, repartidos en un festín que se extendió durante dos días. Sin embargo, las investigaciones de Zhao desmienten los rumores y especifican que las fiestas de Cixi contaban con unos 28 platos.

Los banquetes Tian An Yan ('para aumentar la paz') de la emperatriz unían los platos de estilo manchú con mucha carne asada, como cerdo y pato; y los de estilo han con sopa de nido de pájaro, mariscos y otros productos marinos, como aletas de tiburón, pepinos de mar, vieiras secas y labios de pescado.

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