Wachisnais, la historia del vermut burgalés con más buen rollo del momento

  • Wachisnais es un vermut artesanal que nace de la pasión de tres jóvenes burgaleses

  • Su bodega está en Pedrosa de Duero, en plena D.O. Ribera del Duero

  • Tienen hasta seis tipos de vermut distintos para todo tipo de paladares

'After the misa, Wachisnais'. Así se presenta este vermut burgalés que se está haciendo un hueco en el aperitivo y que amenaza con revolucionar la hora del vermut. Con hasta seis ediciones diferentes, con sus sabores y sus matices bien marcados, los creadores de esta bebida artesanal entienden el asunto desde su dimensión social y así lo quieren disfrutar. 

Las personas detrás de Wachisnais son tres: Paco, Noe y Juan Pablo. Y según dicen ellos mismos son “amigos y nos encanta el vermut”. Fruto de ambas cosas nace este proyecto. Localizado en Pedrosa de Duero, un pueblo enclavado en plena Denominación de Origen Ribera del Duero, su pasión por el bebida y, en especial, por el carácter social de la misma les llevó a crear Wachisnais, un licor artesanal. “La dimensión social que tiene la hora del vermut ‘los domingos después de misa’, es la parte más divertida, la capacidad para convertirse en un punto de encuentro y regalarnos tiempo para disfrutar de amigos y familia”, explican en su web, donde concluyen que el vermut es “amistad, conversación y sobre todo alegría”.

Wachisnais, seis tipos de vermut, pero una misma pasión

La pasión de estos jóvenes ribereños les ha llevado a crear hasta seis tipos de vermut diferentes. A saber: Celestial, Pedrosini, Temazo, Tintorro, Blanco y Clarete. Todos ellos se elaboran artesanalmente a partir de Tinto Fino, Albillo Mayor y Verdejo que se macera con hasta 37 botánicos.

  1. El Wachisnais Celestial es una edición especial del Wachisnais Tintorro criado en barrica durante 9 meses para después ser mezclado con el vino dulce de licor Rita Hetvin, que se elabora en la misma bodega. El resultado es un vermut complejo, elegante y auténtico. Único en el mundo, se aventuran a decir.
  2. El Wachisnais Pedrosini es su particular interpretación del vermut blanco clásico italiano con un guiño a su tierra de origen, Pedrosa de Duero, de ahí su nombre. Se trata de un licor seco, de color ámbar claro y brillante, tiene un perfil especiado y cítrico, fresco y complejo en el paladar. Su sabor delicado con un amargor equilibrado aporta persistencia y carácter.
  3. El Wachisnais Temazo, el último en unirse a la familia, tiene un color rojo de poca intensidad, similar al vino Ojogallo que se elaboraba antiguamente en muchos sitios de Castilla. Con poco alcohol para tratarse de un vermut (7%)  tiene un sabor ligero, con notas cítricas muy marcadas, sedoso y elegante. Según sus autores, “no es un vermut, es un aperitivo”.
  4. El Wachisnais Tintorro se trata de un licor semi seco de color caoba oscuro, de olor intenso y mucho carácter, en la boca resulta sabroso, con toques de cacao, café y caramelo.
  5. El Wachisnais Blanco, por su parte, es un vermut semi seco, de color amarillo brillante. Destaca por su aroma especiado y cítrico mientras que su sabor resulta perfectamente equilibrado. Con una entrada golosa, acaba con un final cítrico que aporta frescura.
  6. Por último, el Wachisnais Clarete es un licor semi seco, de color rosa palo con un aroma a frutas rojas, fresas y gominolas. En la boca destaca por su suavidad y un final amargo muy agradable. 

Se trate del vermut que se trate, los creadores de Wachisnais aconsejan tomarlo bien frío, con un sólo hielo y acompañado de una corteza de naranja. En los detalles también está la virtud. Y como dicen estos buenos castellanos, 'after the misa, Wachisnais'.

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