Los tradicionales chupitos de orujo, pacharán o whisky, por citar algunos de los más habituales en las sobremesas patrias, cada vez encuentran más competencia en los licores de crema. En especial en las reuniones familiares, cuando éstos últimos ganan espacio gracias a su sabor dulce y agradable, ideal para acompañar los postres que culminan las habituales comidas y cenas.
Los licores de crema, en puridad, son una bebida alcohólica que se elabora a partir de algún licor mezclado con una base láctea que es la encargada de darle esa textura cremosa y suave, pero con más cuerpo que los licores tradicionales. Aunque su graduación más habitual oscila entre los 12 y los 20 grados también hay algunos que superan estos límites.
Así pues, su especial tacto en el paladar, unido a su sabor dulce y a su graduación alcohólica menor que la de otras bebidas hace de ellos una opción cada vez más demandada en todo tipo de eventos, en especial, en las reuniones familiares donde se suele servir como complemento al postre.
Existen infinidad de sabores en los licores de crema, pero siempre con el dulce como elemento predominante. Seguramente la crema irlandesa, que en España se identifica mayoritariamente con Baileys, sea la crema más popular, pero otras como la de dulce de leche, la de licor de avellana o la de caramelo salado son algunas de las que están haciendo fortuna últimamente.
El licor de avellana, tan dulce como famoso de la mano de la marca Frangelico, ha dado paso al licor de crema de dicho fruto seco. Aunque su elaboración es diferente, como cabría pensar, el dulzor se magnifica al darle ese toque cremoso.
Otra crema muy dulce y que es una excelente opción para poner la guinda a un postre casero es la crema de caramelo salado. De hecho, de un tiempo a esta parte cada vez es más habitual verla en los supermercados.
Por su parte, la crema de licor de dulce de leche es para los verdaderos amantes del dulce. Valga la redundancia. Originaria de Argentina, esta bebida se está haciendo un hueco en las sobremesas españolas gracias a su carácter. Eso sí, aún no es muy habitual verla en los comercios, pero con una rápida búsqueda por internet se puede comprar y, para los más avezados, se pueden encontrar recetas bastante sencillas para hacerlo. ¿Un licor de crema casero? La guinda a cualquier comida familiar.
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