Es muy habitual que tras una comilona alguien proponga ir a tomar un gin tonic o, si es muy moderno, que abogue por ‘un digestivo’. Como si el gin tonic o cualquier otro licor o chupito lo fuera. Spoiler, no, no lo son. Por mucha sensación de alivio, por muy bien que nos pueda sentar y por mucho que nos guste, la ginebra con tónica no ayuda a la digestión.
Que un gin tonic es un aliado a la hora de hacer la digestión es una creencia muy extendida en nuestro país, pero es que en España somos campeones en creernos cualquier cosa que nos suene medianamente bien. Y si encima nos sirve de excusa para tomarnos un chupichasqui, mejor que mejor. Algo así ha sucedido con el gin tonic, situación que las empresas del sector y gurús varios del cocteleo han aprovechado. Basta un vistazo rápido en Google, (o en cualquier otro buscador, que no se enfade nadie) para ver que la mitad de las entradas que afirman las bondades digestivas de la ginebra con tónica están relacionadas con el mundillo.
Uno de los argumentos más recurrentes en favor del gin tonic es que tanto la ginebra como la tónica nacieron como medicamentos. Algo que no deja de ser cierto, pero no por ello acertado. Hay multitud de elementos que hace siglos eran utilizados como remedios y hoy en día a nadie se le pasaría por la cabeza tomarlos como tal.
Por el contrario, la realidad, siempre tozuda, dice que un gin tonic tiene muchísimo azúcar y muchísimas calorías, lo que no ayudará a la digestión, más bien al contrario. Además, el alcohol es perjudicial para la salud y no tiene ningún efecto positivo sobre el sistema digestivo. Es más, estimula el ácido gástrico, lo que puede llegar a causar irritación en el estómago.
Lo que sí es cierto, según apuntan algunos dietistas, es que pequeñas dosis de alcohol aceleran el vaciamiento gástrico, por lo que tomar una copa después de una comida podría hacer que tuviéramos esa sensación, pero no por ello se estaría ayudando a la digestión. De igual forma, se sabe que una gran cantidad alcohólica desacelera el movimiento de los intestinos, por lo que se podría incluso lograr el efecto contrario al deseado.
A pesar de que los bares son uno de los lugares de ese país donde más se puede aprender, lo recomendable en estos casos es poner en cuarentena cualquier consejo que nos invite a tomarnos un gin tonic para bajar la comida. Salvo que se necesite una excusa para tomarse el cubata de marras, lo recomendable es alejarnos de cualquier licor si tenemos una digestión pesada.
Y si de verdad queremos ayudar a nuestro cuerpo a hacer la digestión y tener una sensación de alivio y de menor pesadez, lo mejor sin duda es tomar una infusión. De hecho son muchas y muy variadas las que recomiendan en estos casos. Pero eso es materia de otro artículo.
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