Mucientes es un pueblo de la provincia de Valladolid que cuenta con unos 700 habitantes que viven rodeados de campos de cultivo y viñedos adscritos a la denominación de origen Cigales. En ese entorno cabría pensar que dos jóvenes emprendedores buscarían ganarse la vida relacionándose con el mundo del vino. O no. Lucia Miguel y Carlos Cebrían optaron por la kombucha. Una bebida con poco arraigo en Castilla, pero que se está ganando un hueco a base de cariño, constancia y mucho trabajo. A su proyecto con este refresco de té fermentado lo han llamado Kampanera.
Dicen en su web que todo comenzó durante el confinamiento de 2020. Mientras muchos de nosotros aprendíamos a vivir en un espacio reducido, ellos se despojaron de sus ataduras y empezaron a experimentar con el SCOBY, (Colonia simbiótica de bacterias y levaduras, en sus siglas en inglés) una bacteria que es la encargada de metabolizar el té y el azúcar durante el proceso de fermentación. Así, a base de pruebas con frutas, vieron que estaban creando algo que les podría llevar a dar un giro a sus vidas. Ambos dejaron sus labores profesionales y se centraron en este proyecto vital que es la primera marca de kombucha producida en Castilla y León. En 2021 abrieron sus puertas y ya cuentan con su bodega en la localidad de Mucientes.
La kombucha, o té kombucha, es una bebida fermentada a base de té obtenida gracias a la acción de una colonia de bacterias y levadura. Se cree que procede de China, aunque su origen no se puede determinar con seguridad.
En el caso de Kampanera, tras este proceso de fermentación se le añaden frutas y hierbas para crear una bebida natural, ecológica y con mucho sabor. Según la describen en su web, Kampanera es un refresco natural elaborado a base de té ecológico fermentado y frutas, con una cantidad muy baja de azúcar y con gran cantidad de componentes como vitamina B, antioxidantes, aminoácidos y ácidos orgánicos tales como el láctico, glucónico o acético.
Un producto que es totalmente artesanal y que a pesar de no tener una vinculación histórica con Valladolid ni con Castilla y León, sus creadores esperan que pronto tenga un hueco y no sólo sea una bebida para un nicho muy concreto como lo es actualmente.
Lucía Miguel y Carlos Cebrián han apostado su futuro a Kampanera, la kombucha castellana que esperan que dé la ‘campanada’. Así se entiende que ella, veterinaria de profesión, y él, licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas dejarán atrás sus trabajos para centrarse en la elaboración y la comercialización de la kombucha, un refresco natural que, a pesar de que tiene su Día Mundial, (el 21 de febrero) aún no es conocido por el grueso de la población. Quizá ese sea su potencial.
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