La vitamina que ayuda a que el cerebro esté más ágil, según una experta de Harvard

El deterioro cognitivo es una preocupación creciente conforme la evolución de la población mundial muestra un envejecimiento. Son diversos los estudios que han señalado que ciertas vitaminas pueden desempeñar un papel crucial en la prevención y ralentización de este proceso. Entre estas vitaminas, las del grupo B, especialmente el ácido fólico (B9), la vitamina B6 y la vitamina B12, son las que han mostrado una promesa significativa.

Evidencias de los beneficios de las vitaminas del grupo B

Un meta-análisis realizado por la Universidad de Oxford examinó 95 estudios con un total de 46,175 participantes, incluyendo ensayos controlados aleatorios y estudios de cohortes. Los resultados sugieren que la suplementación con vitaminas del grupo B puede ralentizar el deterioro cognitivo, especialmente cuando la intervención es temprana y de larga duración. En particular, los niveles más altos de folato (B9) en la dieta se asociaron con un menor riesgo de demencia y deterioro cognitivo.

Este hallazgo ha sido respaldado por otro estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard, que destacó que el ácido fólico puede reducir los niveles de homocisteína, un aminoácido asociado con un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas. La suplementación con vitaminas B redujo los niveles de homocisteína y, consecuentemente, disminuyó la tasa de atrofia cerebral en pacientes con deterioro cognitivo leve.

Multivitaminas y memoria en adultos mayores

Además de las vitaminas del grupo B, otros estudios han explorado el impacto de las multivitaminas en la función cognitiva. Un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y el Brigham and Women's Hospital encontró que la suplementación diaria con multivitaminas puede mejorar la memoria y ralentizar el deterioro cognitivo en adultos mayores. En este ensayo, que involucró a 3,562 participantes mayores de 60 años, aquellos que tomaron un multivitamínico diario mostraron una mejora en las pruebas de memoria comparada con el grupo placebo, equivalente a un retraso de 3.1 años en el envejecimiento cognitivo.

Los mecanismos exactos a través de los cuales las vitaminas B y los multivitamínicos mejoran la salud cognitiva aún no están completamente definidos. Sin embargo, se postulan varias vías potenciales para ello. Las vitaminas del grupo B son esenciales para la producción de neurotransmisores y la metilación del ADN, procesos críticos para la función cerebral. Además, la reducción de los niveles de homocisteína mediante la suplementación con B12 y ácido fólico puede disminuir la inflamación y el daño vascular en el cerebro, factores que contribuyen al deterioro cognitivo.

La importancia de una dieta equilibrada

A pesar de los beneficios potenciales de los suplementos vitamínicos, los expertos subrayan que estos no deben, ni pueden, reemplazar una dieta saludable y equilibrada. La profesora JoAnn Manson de Harvard destaca que, aunque las multivitaminas pueden ser una herramienta accesible y segura para proteger la salud cognitiva, es crucial mantener una dieta rica en nutrientes esenciales provenientes de fuentes naturales como frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras.

Para aquellos interesados en utilizar las vitaminas para mejorar la salud cognitiva, aquí hay algunas recomendaciones basadas en estas investigaciones:

  • Incorporar suplementos de vitaminas B: Especialmente folato, B6 y B12, que han demostrado tener un impacto positivo en la reducción de la homocisteína y la atrofia cerebral.
  • Tomar complejos multivitaminicos a diario: Para aquellos que puedan tener deficiencias en múltiples micronutrientes, un complejo multivitamínico puede ofrecer una solución integral.
  • Mantener una dieta equilibrada: Asegurarse de consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras para obtener una gama completa de nutrientes necesarios para la salud cerebral.
  • Consultar con profesionales de la salud: Antes de comenzar con cualquier régimen de suplementación, es importante discutirlo con un médico para adaptar las recomendaciones a nuestras necesidades individuales y así evitar posibles interacciones con otros medicamentos.

Dado el envejecimiento de la población mundial, la implementación de estrategias preventivas como la suplementación con vitaminas B podría tener un impacto significativo en la reducción de la prevalencia de demencia y otras enfermedades neurodegenerativas. Las políticas de salud pública podrían beneficiarse de la promoción de una dieta equilibrada junto con la suplementación adecuada, especialmente en poblaciones de riesgo.

La evidencia científica sugiere que las vitaminas del grupo B y las multivitaminas pueden desempeñar un papel significativo en la ralentización del deterioro cognitivo y la mejora de la memoria en adultos mayores. Sin embargo, estos suplementos deben ser parte de una estrategia más amplia que incluya también una dieta equilibrada y seguir un estilo de vida saludable. Las investigaciones en curso continuarán esclareciendo el potencial completo de este tipo de posibilidades y cómo podemos integrarlas de la mejor manera posible en nuestro día a día, y así afrontar el desafío del envejecimiento cognitivo con mejores armas que anteriores generaciones.

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