El término 'adaptógenos' ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en el ámbito de la salud natural y la medicina alternativa. Los adaptógenos son sustancias naturales, principalmente plantas y hongos, que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés y equilibrar funciones fisiológicas clave.
Aunque han sido utilizados durante siglos en la medicina tradicional china y ayurvédica, su relevancia en el mundo occidental ha resurgido debido a la necesidad de mitigar los efectos del estrés crónico y mejorar la salud en general. Con la llegada del otoño, cuando las exigencias diarias y los cambios estacionales pueden afectar nuestro bienestar, los adaptógenos se presentan como una solución natural para mantener el equilibrio físico y mental.
Los adaptógenos son conocidos por su capacidad de 'normalizar' y restaurar el equilibrio en el cuerpo. Actúan sobre el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal, que es fundamental en la respuesta del organismo al estrés. En lugar de actuar de manera específica como muchas hierbas medicinales, los adaptógenos ajustan su acción dependiendo de lo que el cuerpo necesite en ese momento. Por ejemplo, si estás agotado, un adaptógeno te puede proporcionar energía, pero si te sientes ansioso o hiperactivo, puede ayudarte a relajarte.
La clave de su efectividad reside en su capacidad para aumentar la resiliencia del organismo frente a factores de estrés, ya sea físico, emocional o ambiental. Durante el otoño, cuando el cuerpo debe adaptarse a los cambios climáticos, los días más cortos y las exigencias laborales típicas de esta estación, los adaptógenos pueden ayudar a suavizar la transición y mejorar el bienestar general.
Con la llegada del otoño, son muchos los que tienen que lidiar con un aumento en los niveles de estrés y una sensación de disminución de la energía. Los adaptógenos pueden actuar como una herramienta natural para mitigar estos efectos.
Entre los principales beneficios de los adaptógenos en esta temporada estaría la citada reducción del estrés y la ansiedad por su capacidad para regular el cortisol, la hormona del estrés. Durante el otoño, cuando las responsabilidades pueden acumularse, el cortisol tiende a elevarse, lo que provoca fatiga, irritabilidad y, a menudo, insomnio. Adaptógenos como la ashwagandha y la rhodiola rosea son especialmente útiles para reducir los niveles de cortisol, promoviendo una sensación de calma y equilibrio.
El otoño también marca el inicio de la temporada de resfriados y gripes. Los adaptógenos, como el reishi y el ginseng, son conocidos por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a combatir infecciones. Estos adaptógenos contienen compuestos antioxidantes y propiedades antiinflamatorias que ayudan a proteger el cuerpo contra las enfermedades estacionales.
También hay que tener en cuenta que a medida que los días se acortan y las temperaturas bajan, es común que los niveles de energía disminuyan. Los adaptógenos como la maca y la rhodiola han demostrado mejorar la resistencia física y mental, aumentando la energía de manera sostenida sin los picos y caídas que se experimentan con estimulantes como la cafeína. Estos adaptógenos son ideales para personas que enfrentan fatiga estacional o que necesitan un impulso de energía para afrontar las exigencias del día.
El estrés prolongado y la fatiga pueden afectar negativamente la concentración y la claridad mental. Adaptógenos como la rhodiola y el ginseng son conocidos por mejorar la función cognitiva, aumentando la concentración, la memoria y la claridad mental. Esto es especialmente útil durante el otoño, cuando el enfoque en el trabajo y los estudios suele ser más exigente.
Añadir estos adaptógenos que hemos ido citando a tu vida y dieta diaria es más fácil de lo que parece. Estos compuestos se pueden encontrar en diversas formas, lo que facilita su consumo:
A pesar de los múltiples beneficios de los adaptógenos, es importante recordar que es muy recomendable consultar con un profesional antes de incorporar adaptógenos a tu rutina, especialmente si ya estás tomando otros medicamentos o si padeces alguna condición médica previa.
Con la llegada del otoño, los adaptógenos se presentan como una herramienta natural y efectiva para enfrentar los desafíos físicos y mentales que trae esta estación. Ya sea para reducir el estrés, fortalecer el sistema inmunológico o aumentar la energía, estas plantas y hongos ancestrales pueden ser el complemento perfecto para tu rutina de bienestar. Integrarlos de manera consciente y moderada puede ayudarte a mantener el equilibrio y la resiliencia durante los meses más fríos del año.
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