A veces, pese a estar todo el día deseando que llegue la noche para poder irse a dormir y conciliar el sueño, cuando es el momento de acostarse los ojos están como platos y, pese al cansancio, no parece tan sencillo como creías quedarte dormido. Eso también les pasa a los más pequeños, niños que tras un día ajetreado, al llegar la noche parece que siguen teniendo pila para rato. Los factores sobre ello pueden ser muchos, pero la alimentación es uno que hay que vigilar, especialmente sobre lo que se les da de cenar.
La relación entre la calidad del sueño y la alimentación es uno de los temas que la psicóloga infantil María Luisa Ferrerós en el libro 'Dime qué come y te diré cómo se porta' (Planeta), en el que a su vez también colabora la doctora en Biología Victoria Revilla Sánchez. En sus páginas las dos expertas subrayan la importancia de prestarle atención a la alimentación infantil y cómo lo que niños y adolescentes comen afecta directamente a su comportamiento, salud y también al sueño.
Los alimentos que se ingieren a última hora de la tarde y por la noche, en el momento de la cena, pueden provocar que, pese a estar cansados, nuestro organismo se altere. “Hay alimentos que son activadores y alimentos que son sedadores”, apunta Ferrerós. A partir de aquí, ¿cuáles son los mejores alimentos para la cena? ¿Y los que se deberían evitar?
Una de las claves se encuentra en la vitamina C, aquellos alimentos que la contienen en cantidades considerables van a hacer que el cuerpo se active en vez de ayudarlo a relajarse, por eso siempre se aconseja tomar un zumo de naranja por la mañana, ya que ayuda a empezar el día con más energía.
En contra, lo que permite que el sueño se vaya apoderando del organismo para ayudar a dormir son los hidratos de larga combustión, como puede ser el arroz, la pasta o alimentos con almidón.
¿Qué aconsejan preparar para las cenas? Las patatas hervidas cuentan con una sustancia, triptófano, que es un somnífero natural que va a ayudar al organismo a entrar en fase de relajación más fácilmente y que permite tener un sueño reparador. Un arroz con leche, un plátano o un yogur con frutos secos son otras preparaciones ideales para última hora de la tarde o como postre en las cenas.
En edades tempranas el magnesio es una de las sustancias más importantes porque trabaja directamente en la función de los neurotransmisores. Por eso mismo, bajos niveles de magnesio en niños y adolescentes puede provocar una mala regulación de la dopamina, que se encarga del control de los niveles de atención; y también de la serotonina, que regula el estado de ánimo.
Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.