¿Puede mi hijo estar triste por culpa de la microbiota?
La psicóloga infantil María Luisa Ferrerós habla de las principales dudas alimentarias de los niños en el libro 'Dime qué come y te diré cómo se porta'
Una mala alimentación o dieta puede afectar a la microbiota de los niños y, por tanto, a su estado de ánimo y conducta
La clave se encuentra en la serotonina, la hormona que regula nuestro estado de ánimo y que se produce en su mayoría en el intestino
Se podría decir que nuestro sistema digestivo es el centro de nuestro organismo. Ya sabes, somos lo que comemos. Por eso, cuidar nuestra alimentación es clave para que toda nuestra maquinaria intestinal funcione correctamente, y para ello es necesario que la microbiota esté bien gracias a una dieta variada y saludable que permita la absorción de nutrientes. Y pese a que parece un problema de los adultos, también es algo que afecta a los más pequeños de casa y a su estado de ánimo o su conducta.
En el libro ‘Dime qué come y te diré cómo se porta’ (Planeta) la psicóloga infantil María Luisa Ferrerós junto a la colaboración de la doctora en Biología Victoria Revilla Sánchez profundizan en cómo la alimentación tiene un papel clave en el comportamiento infantil dependiendo del tipo de dieta que se siga o la cantidad de azúcar que esté presente en su día a día.
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La microbiota intestinal es un ecosistema muy rico que incluso se conoce como el segundo cerebro de nuestro cuerpo a ser uno de los reguladores del sistema nervioso central, tanto que afecta a nuestro comportamiento y al de los niños, haciendo que puedan estar más tristes, contentos o decaídos.
La microbiota va cambiando a lo largo de la vida, ya que en los bebés se condicionada por el parto o la lactancia, mientras que a lo largo de las etapas de crecimiento varía dependiendo del estilo de vida, de la dieta e incluso del estrés o la exposición a antibióticos.
La clave está en la serotonina
Precisamente este tema es el que aborda Ferrerós en una nueva entrega de ‘Dime qué come y te diré cómo se porta’, donde confirma que una mala alimentación que altere su microbiota puede ser el motivo por el que un niño esté más decaído o triste. ¿El motivo? La serotonina, la hormona que se encarga de nuestro estado de ánimo y que se produce en más de un 90% en el intestino.
Si la serotonina se ve influida por un mal estado de la microbiota el estado de ánimo se verá afectado y, en el caso de los niños, se trata de un proceso que les afecta mucho más que a los adultos.
El azúcar y la conducta infantil
Aunque muchos progenitores intentan evitar el consumo de azúcar en niños y adolescentes, hay que recordar que es necesario para el organismo de los más pequeños porque les aporta energía. Ahora bien, lo que no hay que hacer es pasarse con la cantidad, por eso Ferrerós subraya que hay que tener especial cuidado con aquellos alimentos que tienen grandes cantidades de azúcar pese a que no lo parezca, como pueden ser algunos embutidos. En el vídeo de abajo la psicóloga infantil lo explica en profundidad.
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