La vida de Borja González y Ana López cambiaba de forma repentina hace tres meses por el paso de la DANA. La catastrófica riada que dejaba devastadas muchas localidades de Valencia les afectaba de lleno. Los exparticipantes de 'La isla de las tentaciones' se encontraba en la zona cero y las gravísimas inundaciones provocaban daños en su casa, perdían un coche y su moto y, lo que es más importante, conocían la noticia del fallecimiento de un amigo suyo. Recordando aquel pasado 29 de octubre y tratando de reconstruirse después de saber de lleno lo que es la destrucción, la pareja ha contado a Outdoor en la alfombra roja de los 'GenZ Awards' cómo está su barrio al ser una de las zonas especialmente afectadas.
Tanto Borja como Ana, de 'LIDLT' han reconocido que todo sigue bastante mal en su zona. La DANA dejó numerosos daños en su localidad, Benetúser, y se llevó la vida de muchas personas, sueños y patrimonio. En su caso, el propio guardia civil relató que se pudo poner a salvo "poniéndose en alto" cuando la riada empezó a subir de forma descontrolada. A partir de ahí su normalidad se tradujo en trabajar junto a los voluntarios por extraer lodo, coches y enseres de la vía pública, además de ayudar con lo que tenían a otros vecinos más afectados.
En estos tres meses, la pareja ha tratado de recuperar la normalidad, aunque tal como nos han contado en este vídeo, eso es algo que no se ha conseguido y que ven muy lejano todavía en el tiempo. Su domicilio al encontrarse en un séptimo piso no sufrió las consecuencias directas del paso de la DANA, pero sí que siguen viviendo otras situaciones que se han convertido en algo continuo desde esa fecha. Desde inesperados cortes de luz a seguir a seguir sin cobrar las ayudas.
"Te cambia la vida", ha explicado Ana López, poniendo numerosos ejemplos de lo que es vivir ahora en la zona cero, en un barrio fantasmal en el que no tienen nada a día de hoy. La situación es compleja y los exparticipantes de 'LIDLT' se ponen en la piel de aquellas personas que lo han perdido todo. Por ellos han querido mandar un mensaje para que esto no se olvide y todo el mundo sea consciente de que queda todavía allí mucho por hacer.
A pesar de la magnitud del problema, la pareja la trata de afrontar como puede y agradecen todas las ayudas que siguen recibiendo. El convertirse en afectados por esta catástrofe les ha hecho saber mejor que nadie la magnitud del problema. "Es importante. Ahí seguimos", recalcan y piden que no se olvide de toda esta gente que ha perdido familiares, sus negocios y sus casas.
