Pocholo Martínez-Bordiú es uno de los rostros habituales en la televisión, no solo por su paso por diferentes programas de televisión y realities como ‘Hotel Glam’, ‘Crónicas Marcianas’, 'La Latrevisión', o sus propios formatos. Hubo un tiempo en el que el tío de Bosco Martínez-Bordiú copaba las portadas de la prensa rosa por su relación con Sonsoles Suárez, hija de Adolfo Suárez, primer presidente de la de democracia, un noviazgo que acabó en boda.
El empresario y la hija del presidente se enamoraron durante un viaje a Ibiza y le aseguró que se casarían y así lo hicieron. La enamorada pareja hizo frente a todas las diferencias familiares y políticas y pasaron por el altar el 12 de septiembre de 1992 en el Monasterio de Piedra de Zaragoza.
En un paraje extraordinario y en una antigua y pequeña Iglesia la pareja se juraba amor eterno ante los pocos asistentes que pudieron entrar, pues los 650 invitados no cabían. La pareja ofreció un menú clásico de dos platos y tarta nupcial. Un enlace en el que se respiraba mucha tensión familiar y política y mucho amor entre los novios. No obstante, la pareja tomaba rumbos diferentes tan solo dos años después.
“La conocí en Madrid, pero exactamente cómo no me acuerdo. Y me enamoré de ella cuando vino aquí a Ibiza con su hermano Javier y le dije que nos íbamos a casar y nos casamos enamorados los dos”, confirmaba el concursante de ‘Hotel Glam’ en el programa de Bertín Osborne, ‘Mi Casa es la Tuya’.
A pesar de las tensiones políticas y familiares, la pareja decidió seguir adelante con su enlace, luchando contra viento y marea. “Había presión, mi madre estaba que explotaba, la verdad que había presión política. Adolfo conmigo fue una persona muy concreta, honrado y muy cercano, tanto él como su mujer Amparo. Me consta que le caía bien, vio que era un alma libre. Nos casamos, una boda un poco estrepitosa, había muchísima gente. Políticos de un bando, del otro”, aseguraba en el mencionado programa.
A pesar de conocerse en Madrid y empezar su relación en Ibiza, la pareja se daba el ‘sí, quiero’ en el Monasterio de Piedra de Zaragoza. Escogieron este lugar por la estrecha relación familiar que les une a la familia Muntadas, quienes transformaron la zona. El 12 de septiembre de 1992 la pareja pasaba por el altar.
Se decantaban por una antigua Iglesia a cielo descubierto, esto supuso que muchos invitados, pues había 650 asistentes, tuvieran que esperar fuera, porque se trata de un lugar pequeño e ideal para ceremonias íntimas. “Pocos minutos después de las ocho de la tarde, Sonsóles Suárez Illana salía por el claustro del Monasterio de Piedra del brazo de su padre y padrino, camino de la pequeña iglesia del cenobio. La novia estaba radiante. Vestía un traje con todo el talle bordado con pedrería que había sido diseñado por su nueva cuñada, Cuca Martínez-Bordiú, y llevaba la melena suelta”, describía el periódico local, HERALDO, en sus páginas el día después del enlace.
Recién casados e invitados disfrutaron de un convite clásico por todo lo alto. En el menú, ensalada de bogavante al aceite virgen, pintada rellena con salsa de trufas y sopa de pistachos y frutas. Además, de postre los invitados degustaron la tradicional tarta nupcial.
El matrimonio entre Pocholo Martínez-Bordiú y Sonsóles Suárez duró dos años. Entre ellos sigue habiendo un trato cordial. "Sonsoles Suárez ha sido y será la mujer de mi vida. Me hubiera gustado tener hijos con ella", aseguraba Pocholo a Bertín.