No podemos decir que son dos gotas de agua, porque entre ellos existen muchas diferencias, pero se nota que Bosco Martínez-Bordiú y Pocholo son familia. Se parecen muchísimo en la forma de hablar y, también, han vivido experiencias similares en los realities.
El tío del ahora concursante de ‘Supervivientes 2023’ participó en ‘Hotel Glam’, el histórico programa de convivencia que arrasó en Telecinco hace justo veinte años. Un programa donde hizo algunas cosas que ahora estamos viendo en su sobrino. ¡Lo recordamos!
Yola Berrocal y el barón de Gotor llegaron a la final del reality show ‘Hotel Glam’ en el año 2003. Ambos conquistaron a la audiencia con sus peculiares personalidades y protagonizaron un duelo de altura en la última fase del programa.
Como premio por haber llegado tan lejos, el equipo del espacio les invitó a saltar en helicóptero y, como Bosco en Honduras, su tío tampoco tuvo ningún tipo de reparo en lanzarse al vacío y, segundos antes, se mostró de lo más tranquilo.
No hizo ninguna pirueta asombrosa y hubo una gran diferencia, que su salto fue con paracaídas y acompañado por un instructor. Está claro que la pasión de Bosco Martínez-Bordiú por las alturas y la adrenalina viene de familia.
En Honduras, el sobrinísimo está dejando claro que tiene muchísimas ganas de enamorarse. Lleva pocos días en la isla de los famosos y ya ha puesto sus ojos en dos de las participantes, Raquel Arias y Adara Molinero, con las que ya está coqueteando.
Pocholo, su tío, también desplegó sus armas de seducción cuando fue huésped del hotel más famoso de la televisión y fijó sus ojos en la modelo Estíbaliz Sanz. Con ella estuvo ‘pico y pala’ durante la experiencia y, al final, terminaron teniendo un romance fugaz.
Bosco Martínez-Bordiú fue sancionado el pasado domingo por su arriesgado salto del helicóptero de ‘Supervivientes 2023’. Pese a que la organización le avisó, él se saltó las normas e hizo una pirueta que tuvo consecuencias.
Pocholo también era así cuando participó en ‘Hotel Glam’. Era un alma libre y las liaba pardas siempre que tenía ocasión. ¿Quién no recuerda su histórica preocupación por la mochila? ¡Lo que le costaba a Jesús Vázquez domar a esa fiera en cada una de las galas!