Hugo venía sintiéndose "atrapado" por Inés. La analista de datos de 42 años era consciente de que estaba manteniendo también una relación con su hija, Ainara, pero en vez de hacérselo saber a los adolescentes, decidió actuar. Tras frustrar el plan de fuga de Hugo y Ainara, el joven nadador cayó en la cuenta de hasta dónde había llegado la obsesión de Inés por él.
Hugo culpó a Inés de todas las desgracias que habían pasado en su vida, incluida la pérdida de su padre y de su hermano Mauro, desde que ella apareció en su vida. Por su parte, la protagonista de este escándalo no aceptaba que él ya no quisiera estar con ella.
"En cuanto conocí a Ainara me di cuenta que lo que conocí contigo no era amor (...) Me has obligado a estar contigo. Debiste parar. Me doblas la edad y tú eras la adulta. Debiste parar, debiste cuidar de mí. Si hubiéramos parado, ni mi padre ni mi hermano estarían muertos. Estoy solo y atrapado. Para ti nunca es suficiente amor", le recriminó Hugo a Inés en la discusión que estaba teniendo.
Inés se defendió diciéndole que él ya no era un niño a pesar de sus quince años. Pero en su discurso, dejó entrever con sus palabras que ella era la culpable directa de que Hugo y Ainara no estuvieran juntos.
Hugo se quedó totalmente devastado y 'en shock'. Con las palabras de Inés, había caído en todas las artimañas, manipulaciones y tretas de la analista de datos con tal de que permaneciese a su lado. "¡Cómo pudiste! ¡Me lo has quitado todo!", reaccionaba Hugo antes de echarse a nadar al profundo mar con tal de escapar de ella. Con ello, la historia de Inés y Hugo, que había empezado en esa misma playa cuando él la salvó de ahogarse, terminaba en el mismo sitio. Y lo hacía con un trágico suceso.