Amaya descubrió por Pelayo que Juanjo había suplantado la identidad de su hijo para hacer que la actriz volviese a Peñafría. Descubrir otra mentira de Juanjo llevó a Amaya al límite y rompió definitivamente con él. Pero el exempresario le preparó una noche llena de lujos a modo de despedida para reconquistarla. Al día siguiente, la cosa no salió como él había esperado.
Una suite de lujo, un bolso de marca y una cena exquisita fueron determinantes para que Amaya por fin se decidiese a volver a los brazos de su exnovio. Amaya y Juanjo pasaron una noche de pasión, pero a la mañana siguiente la actriz se sentía fatal. Notaba "un vacío interior", le explicó. "Me he dado cuenta que el dinero y el lujo ya no me llenan. Me dan completamente igual. Estaré madurando", compartía con Juanjo, que no entendía nada. Y menos cuando ella se lo demostró tirando su bolso de marca por la ventana.
Amaya intentó entonces convencer a Juanjo de cambiar por completo su estilo de vida: "¡Estás engañando a un paleto para robarle! ¿Tú te crees que el Universo consiente eso? No. El Universo es amor", le dijo en referencia a la estafa que estaba orquestando contra El Ovejas.
"Ya no quiero ser rica, ahora quiero ser una artista comprometida. ¿Te quedas conmigo a vivir en Madrid? Nos podemos comprar una buhardilla en Lavapiés", propuso Amaya. Pero Juanjo no está muy dispuesto a renunciar al dinero. Para él, Javier Bardem es el ejemplo de que se puede ser "millonario y bohemio".