La situación en La Palma es insostenible, la lava está arrasando con toda la superficie de la isla y los vecinos no pueden hacer absolutamente nada para salvar sus domicilios o sus cosechas. 'El programa de Ana Rosa' acompaña a Sofía hasta la zona de su vivienda y allí nos encontramos con una "impresionante" imagen.
Sofía no puede creer lo que sus ojos están viendo desde el vehículo al llegar a una carretera cercana a su casa: "¡Dios! Eso no existía, ¡eso no estaba ahí!". La mujer, con las manos en la cabeza, frotándose los ojos y visiblemente emocionada, no da crédito con la cordillera que se ha formado a escasos metros de su domicilio.
La reportera explica a Ana Rosa cómo llegaron a la zona conflictiva, marcada por montañas gigantes de ceniza caliente: "Donde fuimos es una zona que sigue acotada por seguridad, pero la Guardia Civil nos dejó acceder a la vivienda de una de las vecinas porque está en una zona que podría realojarse en los próximos días...".
Sin embargo, una vez comprobado que el domicilio de Sofía estaba en buen estado, la periodista decidió acompañarla de nuevo: "Ella nos indicó que muy cerca tenía una zona de cultivo, a apenas 500 metros... y allí todo cambió".
Una mezcla de sorpresa y miedo, así salieron la periodista y vecina del vehículo. Al pisar el tierra notaron una gruesa capa de ceniza, a escaso metro y medio había una montaña negra de ceniza, incluso las señales de tráfico estaban casi ocultas en un desolador paisaje negro.
Los miedos de la vecina se hicieron reales al ver que su cultivo estaba arrasado por una montaña de piedras magmáticas, todo su trabajo quedó en nada. Además, la periodista explica que el paisaje se transformo en el mismísimo infierno en tan solo 500 metros: "El escenario cambiaba radicalmente, montañas de nuestra altura, una cordillera cortando la carretera, notamos ese calor, esas piedras volcánicas que continuaban calientes, había algunos incendios... era un paisaje realmente sobrecogedor".
"Estábamos impresionados, se notaba que se inhalaba un gas mucho más fuerte que lo que encontrábamos justo detrás y al salir de la zona notamos ese dolor de garganta, cabeza y en los ojos", matiza la reportera.