'El programa de Ana Rosa' acompaña a los bomberos de La Palma en sus labores nocturnas contra la lava volcánica. Los profesionales muestran la agresividad de las llamas, que son todavía más impactantes en la oscuridad, y se acercan a primera línea de combate.
A las 23:00 horas, nuestro reportero zarpa desde la base de bomberos de La Palma hasta el lugar donde la colada volcánica arrolla con todo: casas, invernaderos, piscinas... la vida de muchas personas queda borrada para siempre y los profesionales del fuego no pueden hacer nada para evitarlo.
"Esperamos una noche intensa, como la noche anterior, veremos qué podemos hacer", manifiesta el bombero antes de partir. Luego, esos sí, promete a los vecinos de La Palma darlo todo contra el volcán: "Vamos a estar en primera línea".
Hasta allí acudieron, a unos 70 metros de la colada de lava, empieza a haber una lluvia de ceniza que hace a los especialistas parar por completo. Los bomberos detectan la 'cabeza volcánica', la zona más líquida de la colada de lava que desciende desde la cima. El miedo es palpable entre las impactantes luces rojas entre la oscuridad.
"Si está más líquida la lava, baja con más velocidad", detalla el bombero. Sin embargo, el momento más duro es cuando vemos al bombero mirar fijamente al fuego y con tristeza en los ojos declara: "El fuego siempre te congela, te quedas mirándolo, pero es infernal por todas las desgracias que tiene detrás, es un animal".
Por último, manda un mensaje a todos los vecinos para hacerles saber que el equipo de bomberos está dando absolutamente todo: "Todos hemos hecho lo que en nuestra mano podía estar, esto es una locura que nadie esperaba, vivimos entre volcanes y ánimo para todos", termina diciendo.