Saltaba la noticia de que Edmundo Arrocet dejaba el piso de soltero en que llevaba viviendo cinco años en Madrid y esto hacía sonar las alarmas de una mala época por la que podría pasando el ex de María Teresa Campos a nivel económico. Todo esto en la misma semana en la que se veía llorara la expresentadora en un programa cuando se le preguntaba por su ruptura con el cómico.
De todo esto ha querido hablar Pepe del Real con Bigote para hablar de estos supuestos problemas económicos con su casera a lo que este contestaba: "Ya solo falta que me acusen de haber cometido un crimen", además el entorno del humorista ha querido dejar claro que no se debe nada de dinero en este piso que se alquiló para que los hijos de Edmundo pasaran temporadas en la capital, que tiene todas las cuentas al día aunque pudo haber un momento durante el confinamiento en el que habría algún impago de alguna mensualidad, pero ya está todo completamente pagado.
Además, sobre este tema ha querido añadir algunos datos Marisa Martín-Blázquez, que ha hablado con la dueña de la casa par desmentir algunas informaciones que se han dado, esta mujer ha contado que la casa se deja en el mes de mayo, que fue la propietaria la que le pidió que dejase la casa porque tenía intención de venderla y que no habría habido problemas respecto a los pagos de su inquilino hacia ella.
Otro de los temas importantes que han querido preguntar a Bigote Arrocet han sido las lágrimas de María Teresa en el 'Show de Bertín', programa que Osborne tiene en Canal Sur y donde la 'Campos' se derrumbaba, cosa que le habría dado pena a Edmundo, aunque en el momento en el que se le preguntaba por su ruptura con él prefería mantenerse al margen y no contestar, pero los más cercanos a Edmundo le han comentado al periodista que no va a hablar, que no lo ha hecho ya y que tenía pensado viajar a España a finales de año, pero según está la situación prefiere quedarse en Chile y no deja la puerta abierta a una posible reconciliación, ya que él es muy cabezota, que él cree que Teresa le debe una llamada, que no se ha producido y que si esto no ocurre no habrá un acercamiento.