Este jueves 8 de junio se celebró el juicio donde acudieron los tres protagonistas y donde Clara Chía solicitó una orden de alejamiento contra el fotógrafo Jordi Martín.
Las exigencias de la actual pareja de Gerard Piqué eran de una distancia mínima de 1.000 metros, que finalmente, según ha dictaminado el juez del caso, será de 400 metros. El paparazzi no podrá acercarse más de estos metros al domicilio de Clara, su entrono del trabajo o cualquier otro donde Chía se encuentre, "exceptuando los actos 'sociales', en cuyo caso el acusado no podrá acercarse a menos de 20 metros".
Además, tampoco podrá contactar con Clara Chía a través de cualquier medio, "incluyendo telemáticos y redes sociales, así como persona interpuesta". Aun así el paparazzi podrá seguir fotografiándola, siempre y cuando se evite cualquier contacto entre ambos.
El magistrado, además, encuentra indicios de criminalidad en la actuación de Martín, que publicó las primeras fotos tanto de la pareja como de Clara Chía en solitario en varios medios, reconociendo el sufrimiento denunciado por la joven.
En concreto, apunta a la no legitimidad del fotógrafo de colarse en la boda de un amigo íntimo de Piqué para obtener las primeras imágenes que se publicaron de la pareja, de acceder de forma reiterada al aparcamiento privado del domicilio que ambos comparten y de protagonizar persecuciones en un vehículo a gran velocidad llegando a entorpecer el paso y poner en riesgo la seguridad de la denunciante.