Concha se muestra preocupada ante su marido, Rafael, al cual su actitud no le pasa desapercibida. Cuando El Marqués pregunta a su mujer qué está sucediendo, no espera lo que ésta le plantea.
"¿Pasa algo, Conchi?", pregunta El Marqués. Concha le dice que había estado pensando y que "sería bueno para los dos darnos un tiempo". La respuesta deja al Marqués totalmente desubicado. Concha le explica que necesita "calma y estar tranquila", pero él le propone otras sugerencias que no son la separación.
Pensando que igual Concha se ha enterado de lo que ha hecho, Rafael intenta convencerla de que no le deje, y menos aún cuando están esperando su segundo hijo. El Marques le avanza a su mujer, además, que está a punto de hacer "algo grande".
A Concha le entra el remordimiento. Realmente no quiere dejarle. Pero el rechazo de su padre hacia su marido le ha genera dudas. Cuando El Marqués se ha enterado de que todo ha sido por culpa de su suegro, toma una determinación que cambiará por completo el transcurso de las cosas.