Ángel ha acudido a ‘El diario de Jorge’ porque quiere cumplir el último deseo de su madre: saber qué pasó con su hermano gemelo. A Paquita le dijeron que había muerto, pero ella nunca lo creyó porque las circunstancias fueron muy extrañas.
Ángel y Paquita explicaron que tras el nacimiento de los hermanos, fueron trasladados de hospital por haber nacido prematuros, y tras varios días visitándolos recibieron la peor de las noticias: ““Todos los días iba a verlos y a los 12 días me dijeron que uno estaba malo y nos dijeron que Jorge se había muerto, se lo habían llevado y lo habían enterrado”.
Su hijo añadió que cuando acudieron, 45 minutos después de recibir la noticia, al cementerio para poder velar a Jorge, les dijeron que allí no había entrado ningún niño para enterrar, y luego que lo habían enterrado en una fosa común. Todo esto les lleva a un pensamiento común claro: “Creemos que fue robado”.
Si esta situación hace que tengan claro que Jorge no murió en aquel momento, lo que le sucedió a Ángel años después hace que sus pensamientos adquieran más fuerza: en el libro de familia no aparecía como fallecido y un amigo suyo se hizo pasar por él para jugar al fútbol y no hubo problema en hacerle la ficha, además, antes de hacer la mili, llegó una carta para llamar a su hermano, Ángel la rompió porque no entendía que le llamaran estando muerto. “Todo esto es muy raro”, decía Jorge.
Antes de finalizar la entrevista, Paquita quiso dejar todos los datos de su hijo, cuyo nombre era Jorge Marín Santamarina, nacido el 5 de abril de 1972 en el Hospital Ruiz de Alda de Granada y más tarde trasladado al Clínico Santa Cecilia de la misma ciudad, para hacer un llamamiento con la esperanza de poder reencontrarse con él.