Una víctima relata la agresión sexual que sufrió a manos del asesino de Rocío Wanninkhof: “Me destrozó la cara y me partió el esternón”

  • Tony King se declaró autor ante la Guardia Civil de tres violaciones en la costa de Málaga

  • Una de las víctimas ha contado en el documental cómo vivió aquel episodio: "Me metió dentro del coche con una violencia brutal"

  • "Siguió dándome golpes hasta que yo ya no me movía", dice consternada

Tony King no solo confesó los crímenes de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes. También se declaró autor ante la Guardia Civil de tres violaciones en la costa de Málaga. Una de las víctimas ha contado en el documental cómo vivió aquel episodio.

Asegura que, al ver la noticia en televisión, se orinó encima: “Vi su cara en la tele. Veo que también le acusan de la muerte de Rocío y Sonia. Yo había visto anteriormente en la tele los asesinatos de esas niñas. Entonces me dio aún más pánico al pensar en manos de quién había estado”.

La policía se puso en contacto con ella y al día siguiente acudió a declarar. Prepararon ruedas de reconocimiento: “Su cara la tengo grabada, no se me puede olvidar en la vida, me entraba el pánico cuando le veía entrar”.

Lo que ocurrió la noche de la agresión sexual

“Era el día de la noche de San Juan, yo ya me iba a ir a casa y fui a buscar el coche. En esa callecita no había gente. Él estaba ahí esperando a que pasara alguien. Mala suerte que pasé yo. Al abrir la puerta escuché cuatro o cinco pasos de alguien que corría. No me dio tiempo ni a girarme”, cuenta consternada.

Se echó encima de mí, me metió dentro del coche con una violencia brutal, pegándome puñetazos. Gritaba pero nadie me escuchaba. Siguió dándome golpes hasta que yo ya no me movía. Él lo comprobó, me cogió una mano y se me caía. Entonces me quería quitar el bikini como para violarme”.

Relata que fue en ese momento cuando él dejo de pegarle y pudo darse la vuelta para defenderse. Empezó a pelear con las piernas y los brazos: “Me destrozó la cara, me partió el esternón, me partió los huesos de las manos…”. Tras sus intentos, consiguió que él saliera corriendo.