“Nunca pensé salir de allí con vida, pero lo que no me esperaba era lo que vendría después. Una buena noticia”, dice Dolores. El Tribunal Supremo ordenaba repetir el juicio. Después de pasar un año y cinco meses en prisión, el 8 de febrero de 2022 Dolores obtenía la libertad provisional y abandonaba la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaira.
Desde ese momento, toda la prensa ocupó las afueras de su vivienda. Su abogado, Pedro Apalategui, atendió a los medios para transmitirles la imposibilidad de que Dolores saliera a hablar con ellos: “Imposible, no está en condiciones. Está temblando”.
“Estábamos todos detrás de la entrevista. Había ofertas de televisión económicas brutales que Loli había rechazado. Un grupo de periodistas nos mantuvimos con cierta objetividad y ella quiso conocernos”, cuenta Toñi.
“Fui estableciendo una relación de amistad con ella. Comimos sus hermanas, su cuñado, ella y yo. En la chimenea del salón tenía puesta la foto de Rocío con un marco y una vela encendida. Me dijo que ella le iba a ayudar a salir de todo esto. Va a ayudarme porque yo no he sido”.