Luis y su marido, que también se llama Luis, se conocieron hace más de diez años a través de una aplicación para ligar. Casi desde el principio entre ellos surgió la chispa y, aunque al principio surgieron algunas dudas, no tardaron en afianzar su relación.
El sueño de ambos era convertirse en padres y vieron la oportunidad perfecta cuando Alejandro, hijo de una prima de Luis, estaba a punto de ser llevado a los servicios sociales. La pareja no se lo pensó dos veces y decidieron pelear por hacerse cargo del pequeño: "Alejandro pasaba algunos fines de semana con nosotros y era muy feliz, no nos lo pensamos, empezamos a pelear por convertirnos en sus tutores legales".
Pero Luis y su chico se toparon con un problema: si querían ser los tutores legales de Alejandro debían casarse. Dicho y hecho. Luis y Luis se fueron al juzgado en compañía de sus padres y allí firmaron: "No fue precisamente la boda que nosotros queríamos, justo después de firmar nos fuimos a hacer la compra".
Hoy, Luis quiere sorprender a su marido: "Él siempre dice que no soy detallista, pero quiero demostrarle que estoy más enamorado de él cada día que pasa y que vamos a tener la boda que siempre soñamos".