Aunque el gran amor que ha marcado su vida ha sido sin duda Antonio David Flores, padre de su única hija, su primer amor fue Manolito Quesada, un niño al que conoció en el club militar al que acudía junto a sus hermanas por el trabajo de su padre.
Con Manolito, Olga se dio su primer beso y lo recuerda a la perfección: “Yo no sabía ni besar, ahí noté que metía algo en la boca y digo ‘¡uy, esto qué es!”. En aquel club militar Olga vivió momentos realmente importantes para ella: “Allí jugábamos, hacíamos amigos, nos dábamos nuestro primer beso, recuerdo mi infancia como algo muy feliz, no puedo decir nada malo”.
Aunque Olga Moreno ha sacado fuerzas de flaqueza para acudir al plató de ‘Déjate querer’, lo cierto es que atraviesa por uno de los momentos más difíciles de su vida. Además de la polémica y traumática separación de su todavía marido, Olga se enfrenta al mal estado de salud de su madre, uno de los pilares fundamentales de su vida: “Si ella está bien yo también, pero si ella sufre yo igual, ella es mi mayor apoyo y lo está siendo en estos momentos tan complicados”.