La atracción entre Sebastián y Gaviota surgió con la primera mirada que se cruzaron, pero tanto ellos como la madre de la joven saben que pertenecen a mundos totalmente diferentes y que lo suyo es prácticamente imposible.
Después de besarse en su primera e improvisada cita, la madre de Gaviota le pide a Sebastián que no vuelva a acercarse a su hija porque teme que sufra. El cambio en su comportamiento hace que la guapa recolectora de café piense que él solo ha tratado de aprovecharse de ella, por lo que decide distanciarse lo más posible para evitar volver a caer en la tentación.
Gaviota y su madre llevan muchos años acudiendo a trabajar a la hacienda propiedad de los Vallejo, pero, después de besarse con Sebastián, espera no tener que regresar en la siguiente temporada de recolecta.