Como todos los años, Gaviota y su mamá llegan a la Hacienda Casablanca a recoger el café de la segunda cosecha del año, pero este octubre tienen esperanza de que sea el último, pues a partir de ahora serán dueñas de su propia tierra. Sin embargo, el destino tiene otros planes.
Tras el fallecimiento repentino del patriarca de los Vallejo, una de las familias más poderosas del gremio caficultor, Gaviota conoce a Sebastián, uno de los hijos del fallecido que ha regresado a Colombia tras haber residido varios años en Estados Unidos.
Desde el primer cruce de miradas, surge entre ellos una irresistible atracción, que avivará la llama de un amor apasionado e imposible entre dos personas que pertenecen a mundos completamente opuestos: él, acostumbrado a moverse entre las élites neoyorquinas y ella, una joven campesina de origen humilde.