Cuando el patriarca de los Vallejo muere, Sebastián vuelve a Colombia para estar con su familia y conoce a Gaviota, una agricultora que era muy querida por su padre.
La atracción entre los dos jóvenes es más que evidente y ambos se besan pocos días después de conocerse. Ambos saben que este beso puede complicarles mucho la vida, ya que sus vidas son totalmente incompatibles.
Poco después de este beso, Sebastián decide ir a casa de Gaviota y de su madre para llevarles un televisor, momento que Carmenza, madre de Gaviota, aprovecha para pedirle que no vuelva a ver a su hija: "Sé que no hay ninguna mala intención, pero mi hija ha vivido poco y puede ilusionarse", le dice.
Sebastián, que con su mirada deja claro que no se esperaba esta reacción por parte de la madre de Gaviota, accede a su petición y le promete que no volverá a verse con su hija.
Nada más salir de la casa, Sebastián se encuentra con Gaviota y la chica se muestra molesta por sus comentarios. Finalmente, la recolectora de café le pide que no vuelva a acercarse a ella y le devuelve el regalo con el que las había obsequiado.