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A pesar del enfado de José Ortega Cano, las informaciones contra su sobrino y su hijo continúan. Y es que la revista 'Semana' publica que Paco Ortega y José Fernando están siendo investigados por una presunta estafa. Ahora es el sobrino del diestro quien responde a las acusaciones, se derrumba con un reportero de 'Así es la vida', niega la estafa y desvincula a su primo.
Diversos testimonios han acusado a Paco. La viuda y heredera del dueño de una empresa de préstamos por vehículos acusa al sobrino de Ortega Cano de engañarles y extienden la sospecha también hacia el hijo de José Ortega Cano, José Fernando, dado que figura en la empresa de su primo. Pero ¿De qué se les acusa? Esta mujer nos cuenta que su empresa se dedica a dar préstamos por el valor de los coches de sus clientes, que pueden seguir utilizando el vehículo. Sin embargo, dice que ellos se vieron con 40 coches y sin pago alguno.
La primera reacción de José Ortega Cano era de enfado por un lado y de desmentido por otro, pero las informaciones siguen surgiendo y ahora es Paco Ortega quien responde: "El tema de los coches es cuando yo he tenido un negocio, problemas que ha habido, problemas que se están solucionado, que se han solucionado, problemas que son mentira".
Asegura que la persona que falleció era su amigo, no quería hablar de él "por respeto" pero sí comentaba: "Hice trabajos del taller que todo está demostrable pero lo voy a demostrar donde lo tengo que demostrar".
Paco cuenta que le "sobra" dinero para vivir y para tener "buenos abogados" y desvinculaba a su primo, explicando que no ha participado en la empresa: "Mi primo estaba en esa sociedad pero ni ha tenido nada que ver ni tiene nada que ver porque cuando se hizo estaba bien, pero luego mi primo por los problemas que tiene... El que ha gestionado todo y ha hecho todo he sido yo".
Además, dejaba claro que su intención es "pagar": "Todo lo que he hecho lo he pagado, lo estoy pagando y lo voy a pagar"
El sobrino de Ortega nos cuenta que tenía un negocio, le dejaron dinero a deber y se retrasó en sus pagos a la Seguridad Social que, en un momento determinado, eran de 30.000 euros mensuales: "Cuando me entero dos meses sin pagar la seguridad social, lo primero que hacen es embargar a las compañías de seguros".
No quería "dar disgustos" a su familia, con lo que intentó conseguir dinero "con préstamos de estos" pero al final no lo consiguió: "Me hundo más y no hay más".
Por último, Paco se defendía a sí mismo asegurando que nadie puede decir que le haya vito en malas condiciones. Tiene un hijo adolescente al que califica como "ejemplar" y no quiere hacerle pasar por conflictos como estos: "Yo no hago nada y se lo juro por mi hijo".