Tercera jornada del juicio al que se enfrentan Arantxa Sánchez Vicario y su expareja, Josep Santacana, por presunto alzamiento de bienes. Esta vez le ha tocado el turno a los peritos, tanto el de la defensa de la tenista como el del Banco de Luxemburgo, que han presentado versiones contradictorias.
El banco afirma que en el momento de la deuda, en el año 2010, Arantxa Sánchez Vicario disponía de más de 12 millones de euros, lo que supone un importe “suficiente” para atender al pago. Sin embargo, añadía que se han venido realizando “unas importantes operaciones de desinversión a través de sociedades vinculadas al señor Santacana”.
Ante esto, el perito de la defensa aludía a que los fondos no se pudieron seguir hasta 2011. Es más, aseguraba que entre los años 2009 y 2010, la cifra de la que se estaba hablando en ese momento “prácticamente se vacían de esas cuentas” y añadía que la tenista “no tenía ningún poder” con lo que concluía: “Alguien se llevó el dinero”.
De hecho, añadía que el único patrimonio que estaba a su disposición era “inmobiliario”: “No tenía acceso ni ningún poder de disposición sobre esos activos financieros”.
El contra peritaje ponía en entredicho esta afirmación aportando información sobre otras inversiones de, al parecer, cinco millones de euros: “Hay inversiones que no aparecen en ninguna de estas cuentas”.
Por otro lado, el perito de Arantxa explicaba que no se produjo “una salida de fondos” sino que lo único que hizo fue “cambiar de bolsillo”.
Sin embargo, el banco sí cree que pasó de una persona a otra: “Las evidencias es que esta sociedad es propiedad del señor Santacana, aquí lo que hay es una absoluta confusión patrimonial”, aseguraba el perito.