Tras semanas desaparecida, Alba Carrillo ha reaparecido tras superar el coronavirus y lo ha hecho con la escopeta cargada para opinar sobre todo aquel que ha puesto en duda en testimonio de su amiga Rocío Carrasco tras dar su versión del horror que vivió al lado del padre de sus hijos Antonio David Flores.
Asegurando que con ciertos temas “Me entra una furia”, Alba Carrillo ha intentado tratar todos os temas relacionados con Rocío Carrasco con el particular sentido del humor que la caracteriza pero eso sí, siendo igual de punzante e incisiva en sus afirmaciones. Y es que ha sido escuchar el nombre de Irma González, la mujer que cuidara los niños del matrimonio, y ha soltado un “Le llaman la Tata golosa porque va al olor de las sardinas”.
Siguiendo con el tema de ‘La Tata’ y su acusación de malos tratos a Fidel Albiac, Alba Carrillo se ha puesto seria y ha asegurado que ella estaba con Fidel al cien por cien “Para mí Fidel ha sido el timón de Rocío, sin él yo creo que ahora mismo no estaría ni aquí… Creo que poner a su gran salvador como la persona que la está maltratando, por dios”.
Raquel Mosquera ha sido otras de las personas señaladas por Rocío Carrasco en el documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ y contra la que Alba se ha mostrado especialmente crítica con ella. Ha sido escuchar su nombre y ha soltado un “La señora que es el paradigma del buen gusto, que no iría a su peluquería así me mataran”. Sonsoles Ónega ha intentado frenarla, pero no lo ha conseguido “Si con ese estilismo se llama peluquera, es como si dices que eres periodista y no sabes ni leer”.
Y es que a Alba le ha sentado muy mal que intentara calificar a su amiga de materialista cuando no lo es en absoluto “Jamás la he visto con algo de marca, ni con un bolso bueno ni con una joya… María Teresa le ha regalado unos Jimmy choo y no se los pone… Yo me los he querido llevar, pero tengo un pie enorme… lo del Rolex, que no, que no, me pongo mala”.
La también amiga de Rocío Carrasco, Isabel Rábago le ha aconsejado a Alba que intentaran ser un poco más neutrales y no irse a los extremos que para eso ya estaban otros, pero ella no ha podido morderse la lengua y ha soltado un nuevo “Esa de peluquera no tiene nada”.