El crimen de Laura Luelmo, la joven profesora que cuyo cadáver fue encontrado sin vida y con signos de violencia en El Campillo (Huelva), todavía sigue din resolverse. Laura murió poco después de preguntarle a un vecino, Bernardo Montoya, por el supermercado más cercano, pues se había mudado recientemente a la zona. El mismo Montoya confesó después haberla matado en su propia casa - incluso pidió perdón a la familia - pero, al entrar en prisión, se retractó y acusó del asesinato a su exnovia, Josefa.
Ahora, Bernardo ha repetido esta acusación, esta vez, en una carta que ha mandado en exclusiva a Inma Rivas, reportera de 'Ya es mediodía'. En la carta, Montoya revela muchos detalles que no conocíamos del presunto crimen e insiste en que es "inocente": "Yo sólo soy culpable de trasladar el cadáver pero la verdadera culpable sigue ahí fuera y es Josefa". Éstas han sido sus palabras:
"En el alfa negro que cogimos tiene que haber 20 o 30 huellas de Josefa y seguro que hay alguna grabación de ese traslado. En mi móvil tengo audios de Josefa en los que dice que quiere matarla, escribe ahora pues dice que, hasta este momento, ha estado muy bajo de ánimo para "contar la verdad".
'Ya es mediodía' ha encontrado varias contracciones en este testimonio exclusivo pues, después de aludir a lo molesta que estaba su exnovia por haberle "dejado la casa a Laura", luego dice que no sabía "quién vivía en la casa de enfrente". En la misiva, Montoya añade un mapa dibujado de su puño y letra donde sitúa el arma del crimen: el presunto martillo con el que la golpearon y acabaron con su vida.
La zona en la que lo ha dibujado es la misma en la que se encontró el cadáver de Laura, por lo que ya fue peinada en varias ocasiones por la policía. Sin embargo, por si quedara alguna mínima duda, 'Ya es mediodía' ha remitido esta carta a la justicia, por si reanudan la investigación del caso.