Es un mal que asola muchas ciudades españolas, pero los vecinos de Lugo ya no pueden más y tras numerosas quejas, el Ayuntamiento de la ciudad ha decidido tomar medidas para controlar la plaga de palomas hambrientas y agresivas que sobrevuelan el centro de la ciudad.
Hace mucho tiempo que las palomas de Lugo han perdido el miedo a los humanos y que han tomado las terrazas del centro de la ciudad como su restaurante preferido. Sin miedo ninguno, las palomas gallegas se lanzan a las personas, ensucian el mobiliario urbano y se han convertido en una auténtica pesadilla para los hosteleros.
Se vuelven agresivas por las falta de comida, las autoridades han advertido de que si se las alimenta, el problema irá a más, pero no hay forma de controlarlo. Las palomas se han convertido en un auténtico problema para vecinos, hosteleros y turistas. Son muchos los hosteleros que ya han colocado pintxos para intentar espantarlas, pero está resultando misión imposible.
Una comunidad de entre 700 y 1.000 palomas planean a diario por el centro de Lugo y la reportera Carmen Chao ha vivido en directo su forma de actuar sentándose en una terraza de la zona. Con la ayuda de Víctor, uno de los hosteleros ha comprobado cómo se lanzan a las mesas que se quedan vacías y cuáles son sus alimentos predilectos el bizcocho, las patatas fritas y los churros “el bizcocho es como una droga para ellas”.
Víctor asegura que se han perdido muchísimas piezas de la vajilla y que las palomas han perdido completamente el miedo a los humanos “cuando están agresivas, nada, les he tirado hasta la bandeja”.