Antonio Caba y Gaspar Rivera se sientan de nuevo ante el juez, en este caso para testificar en el caso del asesinato del empresario Jesús María González Borrajo, cuyos restos mortales fueron encontrados en el interior de un pozo en una finca de Manzanares (Ciudad Real).
A las 9:27 de la mañana llegaban al Juzgado nº2 de Manzanares para que la jueza les leyera los delitos ante los que se enfrentan y desde ese momento, los dos detenidos se encuentran incomunicados en dos furgones policiales a la puerta del Juzgado, según ha informado desde el lugar de los hecho Estefanía Ruiz.
Se espera que la jueza conceda a la libertad provisional sin cargos a Gaspar Rivera, pero su salida de prisión no será inminente ya que su abogado está esperando que se resulva una petición de libertad provisional por el asesinato del también empresario de Manzanares, Juan Miguel Isla. A Rivera se le retirará el pasaporte, no podrá salir de España y tendrá que presentarse cada semana ante el juez.
Ambos acusados se han comportado de forma muy distinta al entrar al Juzgado, mientras que Gaspar se mostraba colaborativo y tranquilo, Antonio Caba volvía a estar completamente hermético, impasible, sin hacer ningún tipo de gesto y sin contestar a la prensa.
Según ha informado Alfonso Egea, en su declaración, Gaspar asegura que cuando llega a la nave industrial encuentra un bulto en una manta y entiende que lo que hay es una persona descuartizada. De ahí se desplazan a la finca en la que tiraron las extremidades del empresario al pozo, dónde han sido hallados y que del torso se deshacen en una chimenea.
Gaspar, ayudante de Caba, llegó a un acuerdo con Fiscalía en el que si se encontraban los restos, no se iban a oponer a su puesta en libertad provisional.