Fabiola Etayo se ha desplazado hasta el restaurante italiano de Alicante en el que Rafael Amargo actúa cada jueves y en el que tenía que haber actuado ayer de no ser detenido. Según Carlo, el propietario del establecimiento, la policía le ha comunicado que procedieron a su detención antes de llegar al restaurante para no interferir en su negocio y afectar a la reputación del establecimiento.
El propietario ha querido dejar claro que el bailarín acusado por segunda vez de tráfico de drogas no está contratado ni trabaja para él, sino que es el propio bailarín el que reserva una sala para sus seguidores y actúa de forma libre “Rafael Amargo no trabaja para el restaurante, él había contratado la sala para unas 40 o 50 personas, nos dijo que traía a sus seguidores para comer… Aquí ha actuado tres o cuatro veces en total…”.
Respecto a la relación que mantenía con él, nos ha contado que la semana pasada llegó tarde y esto me sorprendió y que sabía que estaba metido en “un proyecto para recuperar niños discapacitados o algo así”.
Y ha asegurado que ellos no se llevan ninguna comisión de su actuación “No, él traía aquí su gente, su club de seguidores que tiene… A nosotros nos encantaba porque es cultura española, cosa que no he visto en mi vida, algo espectacular… A nosotros nos pagaban la comida de la gente que venía, lo demás no sé”.
El bailaor granadino Rafael Amargo ha sido detenido la noche de este jueves en Alicante, tras salir de una actuación, por un supuesto delito de tráfico de drogas desde su casa de Madrid, según han confirmado fuentes policiales a Europa Press. Es la segunda vez que el artista se enfrenta a una acusación por vender estupefacientes. Esta vez Amargo ha opuesto resistencia a los agentes que se habían desplazado desde Madrid para arrestarlo.