La reacción de Bertín Osborne en las redes sociales protestando contra la iniciativa de una profesora de Jerez para sustituir la celebración del día del padre o la madre por otra más genérica dedicada a la 'persona especial' ha recuperado una polémica que ya es vieja. Hace seis años, en Bruselas o Extremadura, algunos colegios suprimieron las celebraciones por los días de ambos progenitores en un intento de proteger a los niños de familias homosexuales, monoparentales y con padres fallecidos.
El cantante jerezano asegura haber recibido un audio en el que "una profesora le dice a sus alumnos que no se puede celebrar el Día del Padre porque ya las familias españolas son de otra manera". La indignación de Bertín Osborne contra lo que empieza a conocerse como "padrefobia" o "madrefobia" es compartida por amplios sectores sociales y religiosos que entiende que se trata de una ofensiva de colectivos feministas o de defensa de los derechos LGTBI, entre otros. para laminar concepto de familia tradicional.
La tradición católica marca el 19 de marzo, celebración de San José, como, Día del Padre. Una fiesta que se disfruta en otras partes del mundo, pero en fechas diferentes y, muchas veces, con significados compartidos con otras celebraciones de carácter político o social. Por eso no es extraño que su peso no tenga tanta importancia como en España.
Los ejemplos de Extremadura o Bruselas, la capital de Bélgica, nos ayudan a entender este proceso de cambio que vive la sociedad y las familias españolas en la que los cambios se van surgiendo y adoptando de forma paulatina y sin traumas, al mismo tiempo que vamos evolucionando. La protesta de Bertín Osborne, con su amplio eco en las redes sociales primero, y en los medios de comunicación después, apunta en este sentido.
En marzo de 2017, la dirección del CEIP Castra Caecilia de Cáceres decidió cambiar la celebración del Día del Padre y la del Día de la Madre por la del Día Internacional de las Familias que desde 1994, Naciones Unidas, conmemora cada 15 de mayo.
El claustro de este centro educativo adoptó esta medida ante la existencia de nuevos modelos de familia diferentes al tradicional en los que falta la figura del padre, la madre o ambas, ha asumido los abuelos u otros parientes, y ante la necesidad de adaptarse a la nueva realidad para que los pequeños la asumieran de forma natural.
La experiencia la contaba El Periódico de Extremadura que también informa de casos similares en otros centros de la región como era el caso del ciclo de Infantil del colegio Las Vaguadas de Badajoz.
Fuera de nuestras fronteras, la iniciativa de la escuela Singelijn de Bruselas, nos ayuda a entender que estamos ante un cambio transversal que no tiene un único origen ideológico ni económico. El centro, ubicado en el barrio de Woluwe-Saint-Lambert, uno de los más pudientes de la capital belga, buscaba que los niños de familias monoparentales o con dos padres o dos madres no sufrieran al no poder participar de las actividades escolares montadas a tal fin.
Los expertos creen que unificar la celebración de ambos progenitores en una fecha común y diferente permitiría entre otras cosas no significar a los alumnos que viven en realidades familiares diferentes, permitiría a los escolares entrar en contacto con otras formas de familia diferentes y que cada vez están más presentes en nuestra sociedad. En este sentido, también preocupa la excesiva comercialización de estas celebraciones.