Tamara Falcó se ha confesado en la revista Harper´s Bazaar y en ‘Ya es mediodía’ hemos contado con declaraciones inéditas y la presencia del redactor jefe del medio, Alberto Pinteño, quién nos ha contado cómo se gestó el milagro Navideño y en qué momento la marquesa perdonó a Iñigo Onieva.
La marquesa se ha confesado con la revista y ha hablado de temas como el poliamor “será súper normal, pero no es lo que yo quiero. Osea, yo lo que quiero es alguien que me quiera, que me sea fiel, en la que pueda confiar y hacerme mayor juntos sabiendo que esa persona es mi apoyo constante en la salud, en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza. ¿Sabes? Hasta que la muerte nos separe. No sé, esa es mi idea del amor”.
Ella tiene muy claro lo que quiere y lo que no quiere en su vida. Respecto a la mentira asegura que “es un arma de doble filo porque es para bien y para mal. Pero… ¿Preferiría estar viviendo una mentira? Yo no. O sea, prefiero mil veces que salgan a la luz las cosas, ¿sabes? No me gustan las mentiras”.
En el tema de la maternidad ha asegurado que “Entiendo la maternidad como parte del fruto de una pareja que se quiere. Yo vengo de una familia dividida y tal, y siempre mi sueño ha sido poder construir un hogar feliz y una familia. Y no, no siento el deseo de la maternidad tan fuerte como para sacrificar eso”.
Tras ver varios fragmentos inéditos de la entrevista de Tamara Falcó a Harper´s Bazaar, Alberto Pinteño, su redactor jefe, nos ha contado que tenían una entrevista realizada el 20 de diciembre muy distinta y que el 3 de enero volvió a hablar con la protagonista y sus declaraciones habían cambiado.
Tamara le contó todo lo que había sucedido entre las dos fechas y le explicó que tras vivir juntos la Misa del Gallo, comenzaron a mensajearse hasta el día que retomaron la relación. La marquesa no concibe la maternidad en soledad.