Tamara Falcó e Íñigo Onieva se han reconciliado y lo han hecho a lo grande, reencontrándose en Año Nuevo y pasando toda la noche juntos en el interior de la casa de Preysler.
Según ha informado uno de los reporteros en 'Ya es mediodía', Oniva se habría parado a unos metros de la casa de Tamara Falcó para mandarle un mensaje y que la puerta estuviese abierta.
El joven habría intentado entrar en el domicilio de su chica sin ser visto por la prensa que permanecía en la puerta, pero su objetivo no se logró y fue 'pillado'.
Las personas que estaban en casa de la Preysler sabrían que él venía y entendían que era el inicio de esta nueva oportunidad de la pareja.
Íñigo Onieva habría permanecido en el domicilio desde las 00:30 horas hasta la 13:00, hora en la que saldría con la misma ropa y la misma moto con la que había entrado en el domicilio.
Tras la polémica que hubo con el antiguo anillo de compromiso prestado, o no por la marca, el empresario ha visitado una joyería de Madrid acompañado por tres personas de confianza, quién sabe si para comprar un regalo de Reyes para su actual pareja o un nuevo anillo para consolidar su reconciliación. Lo que sí se ha visto es que Íñigo, se ha despedido de su familia muy feliz tras salir de la tienda.
Aunque Tamara Falcó estaría muy contenta e ilusionada con la reconciliación, la hija de Isabel Preysler estaría empezando a estar un poco mosqueada por tener que dar tantas explicaciones: "La frase de Tamara es que tiene 41 años y es lo bastante mayor como para tomar sus decisiones", ha contado Isabel Rábago en 'Ya es mediodía'.