Instantes antes de incinerar a su ser querido, una familia descubre que la persona a la que han estado velando durante horas no es la que debía ser. Aunque cueste creerlo y parezca algo propio de una película, esto es lo que le ha ocurrido a dos familias de Madrid.
La hija de María, una mujer de 91 años, llamó inmediatamente a la policía cuando en la funeraria que se encargaba del cuerpo de su madre fallecida le informaron de que no sabían dónde estaba el cadáver. Casualmente, el día de antes otra familia que velaba el cadáver de una mujer de la misma edad ya dudó de que la persona a la que velaban fuese su familiar, sin embargo decidieron seguir adelante con el proceso de incineración.
Ambas nacidas el mismo mes y el mismo años habían muerto el mismo día en el mismo hospital. Cuando en el tanatorio se dieron cuenta del posible intercambio de cadáveres intentaron paralizar esa incineración, pero la cremación ya estaba muy avanzada. Ahora la policía científica va a realizar un examen de las cenizas para comprobar si la mujer incinerada es efectivamente la otra mujer.
La funeraria culpa al hospital de una mala organización pero desde el centro sanitario aseguran que se cumplieron todos los protocolos. Nuestra compañera Pepa Romero se ha trasladado hasta el tanatorio de la M30 para averiguar in situ qué es lo que ha podido ocurrir.