Detienen al padre y al abuelo que secuestraron a un bebé en el Monasterio de Piedra de Zaragoza en el municipio madrileño de Parla

  • La pareja se acababa de divorciar y habían dejado su residencia común en Ibiza

  • La policía ha detenido al padre, al abuelo y al amigo de ambos que les tenía escondidos en su casa

  • El detenido por secuestro parental justifica su actuación con la falta de posibilidad de ver al bebé

Estefanía Ruiz desde el lugar en el que hace 24 horas un padre le arrebata de las manos a su madre su bebé de 13 años y huía en compañía del abuelo del mismo, el Monasterio de Piedra (Zaragoza), nos ha confirmado que la policía ha detenido a ambos secuestradores en el municipio madrileño de Parla.

Según las últimas informaciones, el padre acusado de secuestro parental habria sido detenido en compañía del abuelo y de un amigo que les mantenía escondidos en su casa. El estado de salud del bebé es bueno y aseguran que el secuestrador basa su actuación en la negativa de la madre para que pudiera ver a su hijo.

Un amplio dispositivo policial desplegado en la Comunidad de Madrid y en Zaragoza para encontrar al secuestrador y padre de un bebé de tan solo 13 meses la tarde del 13 de octubre en el Monasterio de Piedra, ha hecho posible su captura en el municipio de Parla (Madrid). Un testigo que identificó la matrícula del vehículo de los secuestradores hizo que se pudiera confirmar que los secuestradores son el padre y el abuelo del bebé.

Tras su separación la pareja dejó su residencia en Ibiza y regresaron a la Comunidad de Madrid, su relación no era del todo fluida, pero nada hacía pensar que el padre de un bebé de trece meses fuera a aprovechar que la madre fuera de excursión al Monasterio de Piedra en la provincia de Zaragoza para arrebatarle el bebé de las manos y huir en compañía del abuelo del pequeño.

La policía ya ha puesto a todos sus efectivos en marcha para intentar localizar a los secuestradores ante la posibilidad de que el bebé pueda sufrir algún tipo de daño.

El Monasterio de Piedra ha emitido un comunicado en el que asegura que ninguno de sus trabajadores pudo ver lo sucedido y se sospecha que el bebé pudo sufrir algún tipo de lesión en un bracito durante el forcejeo con el padre.