Cristina Porta y Álex Zacharías habían pasado su primera noche juntos. Tras unos días de idas y venidas, finalmente decidían compartir cama y llegaba lo que todos esperaban: su primer beso.
A la mañana siguiente, Marta Peñate amanecía siendo la más madrugadora de la villa. Después de prepararse su café, abría la puerta de la habitación en la que dormían Cris y Álex y no dudaba en entrar. Sentada en la cama de al lado, empezaba a dar vueltas a la cucharilla hasta despertarles: "Buenos días", les decía.
Una vez habían abierto los ojos, se levantaba y se dirigía la cama en la que ellos se encontraban para sentarse: "¿Qué tal la noche? ¿Bien? ¿Sabéis que los futbolistas el día antes de un partido no pueden hacer nada? Pierden fuerza. Por esa regla de tres, hoy gano la inmunidad. Pero, ¿qué tal?". Álex le respondía con un "muy bien".
Ella quería saber más: "¿Ha habido beso?". A pesar de que sí que lo había habido, gesticulaban diciendo que no. "¿Qué hacéis haciendo la cucharita si no ha habido beso?". Pero, a pesar de sus intentos, no conseguía entablar conversación con los recién despertados y optaba por marcharse: "Que nadie os perturbe vuestro gran día".
Pero ir a desayunar al comedor iba a ser demasiado aburrido, así que Marta optaba por continuar su tour recorriendo todas las habitaciones de su equipo para contarles lo que acababa de ver: "Están Cris y Álex durmiendo juntos", le contaba a Juanjo y a Aguasantas, que se animaba a ir a su habitación para comprobarlo con sus propios ojos.
Después tocó contárselo a Jorge: "Tenemos chisme. ¿Para qué contártelo si puedes verlo?". Y como no, a Tony: "Levántate, que te tenemos que enseñar una cosa muy fuerte". Y otra vez la misma historia. Derechos a la habitación en la que Cris y Álex aún permanecían abrazados.