Rubén y Carmen tuvieron una tensa discusión. En los juegos de la villa, el boxeador se enfadó porque su novia accedió a responder con quién se casaría, con quién tendría una noche de pasión y a quién mataría. El participante se levantaba de la mesa e iba a darse un baño. Carmen salía detrás de él e intentaba calmar las aguas:
“Yo estoy bien, la que está haciendo el rollo eres tú hablando con Marta que ahora se lo va a contar a todo el mundo Es que no tengo la necesidad de que a mi me dejen en mal lugar y a ti te dejen en mal lugar. Que vayan a un psicólogo y les enseñen cómo puede ser una relación, normal, tradicional, liberal…”
Marta y Aguasantas llegaban a la piscina y se ponían a hablar con la pareja. En ese momento, Rubén resbalaba y caía al agua provocando las irremediables carcajadas de sus compañeros. “Bueno, al meno esto les hace gracia”, decía enfadado y marchándose.
Por la mañana, los concursantes intentaban explicar a Rubén y Carmen que respetaban su relación, pero que simplemente les había “sorprendido” todo lo ocurrido. “A mí me parece bastante machista”, opinaba Luna haciendo que el boxeador estallase. Rubén se retiraba de la mesa y terminaba echo un mar de lágrimas. Cristina Porta se levantaba de la mesa e intentaba consolar a su compañero.