Los mensajes ocultos en la fotografía de los Reyes: "Una capa con historia y un anillo en italiano"

Las fotografías de los Reyes, encargadas por el Banco de España y realizadas por la reconocida fotógrafa Annie Leibovitz, han generado un amplio debate. Mientras algunos aplauden su simbolismo y calidad, otros critican su elección estética y técnica. En 'Vamos a ver', hemos desgranado los detalles y los mensajes ocultos de estas imágenes, que están marcado tendencia. El pasado 7 de febrero de 2024, Leibovitz realizó los retratos oficiales de Don Felipe VI y Doña Letizia en el Salón Gasparini del Palacio Real, considerado una de las estancias más emblemáticas del edificio. Las imágenes buscan reflejar los orígenes distintos de ambos monarcas y, al mismo tiempo, subrayar su papel conjunto como pilares de la monarquía española.

La sobriedad de Don Felipe y la modernidad de Doña Letizia

En el caso de Don Felipe, el retrato refleja sobriedad y continuidad institucional. El monarca posa con el uniforme de gala de Capitán General del Ejército de Tierra, símbolo de su soberanía, y evita mirar directamente al objetivo, un detalle que transmite solemnidad. Elementos clásicos como un reloj, un espejo y una puerta con cortinajes aportan un aire de tradición y estabilidad.

Por otro lado, el retrato de Doña Letizia contrasta con el de su esposo al irradiar modernidad y determinación. La Reina luce un vestido negro de Balenciaga, un homenaje al legado de la moda española. Destaca la ausencia de corona, una decisión de Leibovitz para lograr una imagen menos protocolaria. Además, los pendientes que porta Letizia, pertenecientes a la Reina Victoria, tienen un gran valor histórico, ya que también fueron usados por la Infanta Cristina el día de su boda.

La capa roja que acompaña el conjunto rinde homenaje a los Reyes Eméritos. Este accesorio forma parte de un atuendo ceremonial que incluye un vestido blanco que perteneció a Carmen Ferrer-Cajigal, quien lo estrenó en 1962 durante la boda de Juan Carlos I y Sofía en Grecia. Sin embargo, Letizia no pudo utilizar el vestido blanco debido a que no era de su talla y no podía modificarse por tratarse de alta costura.

La fotografía de Doña Letizia guarda un sorprendente paralelismo con el icónico retrato de la Duquesa de Alba en negro, pintado por Francisco de Goya en 1797 y actualmente expuesto en Nueva York. El anillo amarillo con grabados en italiano alude a la obra 'La Divina Comedia' y lleva la inscripción externa "el amor todo lo mueve" y, por dentro, el mensaje "mientras existas, serás amada".

La crítica a la autora: "La sala torcida y sin relevancia institucional"

Leibovitz, fotógrafa estadounidense de renombre mundial, fue seleccionada para este proyecto tras el día de los Premios Princesa de Asturias pero al finalizar los retratos y exponerlos, algunas de sus decisiones no han sido bien recibidas por la crítica.

En el programa, Alessandro Lequio ha cuestionado la relevancia institucional del Salón Gasparini, calificando la sala como "rococó y excesivamente llamativa". "Lo único interesante de esta sala es que Carlos III se ponía los calzones aquí frente a la corte. Ni siquiera aparece en el libro del Palacio Real", ha ironizado. Por otro lado, la retratista Estela de Castro, quien ya había trabajado con los Reyes en 2020, ha señalado algunos aspectos que, en su opinión, podrían haberse mejorado. "La sala parece torcida, probablemente por el uso de un objetivo angular, y falta aire en los pies de las imágenes. Es un detalle menor, pero para mí resulta molesto", ha comentado.

A pesar de ello, ha reconocido que las fotografías le gustan en su mayoría y ha destacado la libertad creativa que ambas fotógrafas han tenido en sus respectivos proyectos. "Incluso elegí la corbata del Rey en su momento", ha confesado.