Loredana, una mujer de 40 años residente en Palma, ha sido acusada de acoso enfermizo hacia entrenadores personales que tiene identificados a través de sus perfiles en redes sociales. Esta mujer no solo los localiza en sus centros de trabajo, sino que también los acosa tanto en persona como en línea. Detenida en enero, enfrenta cargos de amenazas y acoso. En 'Vamos a ver', hemos entrevistado a Julio Bastida, periodista de 'Última Hora', y a Daniel Moreno, el último de los denunciantes de la acusada para que compartan los detalles sobre el caso y la angustiosa situación por la que está pasando el 'influencer'.
Bastida ha señalado que "la historia de Loredana ha vuelto a salir a la luz pública por el caso de Daniel Moreno, pero su acoso viene de atrás. En Mallorca la conocen desde hace tiempo". "Siempre es el mismo perfil: hombres de más de 40 años, culturistas, ella tiene una gran obsesión con los músculos", ha explicado el periodista respecto a sus gustos. Julio Batista ha narrado que Moreno fue acosado "de una manera salvaje y que tuvo que salir corriendo porque tenía miedo de que, si se giraba, le detuvieran".
También ha mencionado que "hay varios casos porque la policía conoce personas que, por vergüenza, no han denunciado la situación". Además, destaca que Loredana sube todo a internet y alardea de lo "muy enamorada" que está, lo que mantiene a la gente informada sobre su comportamiento.
Por su parte, Daniel ha contando que todo comenzó con una escena digna de una película: "Se me acerca y me dice que ha visto mis videos y que me sigue en redes". A partir de ese día, comenzó a notar su presencia por la zona: "Al principio era algo normal, pero de repente vi mis redes llenas de videos y mensajes, unos 200, en los que me decía que me quería. A partir de ahí, comenzó el acoso grave".
Después de eso, Loredana envió un mensaje a Roberto, el jefe del gimnasio donde trabaja el 'influencer'. "Me hizo una especie de amenaza, diciéndome que si Daniel no le hacía caso, haría público acosos de Daniel a ella", ha comentado Roberto.
Daniel, está frustrado por la situación ya que la ley no ampara a los hombres cuando ocurren situaciones así: "Como hombre, estoy con las manos atadas. Si hiciera lo mismo que ella me hace, estaría detenido. La policía quiere ayudarme, pero no pueden por la ley. Como hombre heterosexual, solo puedo salir corriendo. Es una vergüenza".