Valentín es un vecino del centro de Ferrol que ha recibido una brutal paliza. Este hombre de 58 años recriminó a una pandilla no poder dormir debido a los ruidos el sábado poco antes de las siete de la mañana.
Estos jóvenes abrieron el portal a golpes y estaban haciendo lo mismo en la entrada a su piso. Cuando Valentín les abrió "porque iban a tirar la puerta abajo", entraron y le propiciaron una brutal paliza que le ha dejado numerosas secuelas.
"Llega un momento en el que los gritos hacen que te duela hasta la cabeza. Les dije que se fueran a casa de sus padres a hacer eso, me insultaron y les tiré un poco de agua. Empezaron a dar patadas hasta que destrozaron el portal y luego a mi puerta. Antes de que me la tirasen encima les abrí para intentar hablar con ellos y lo primero que recibí fue un puñetazo directo. Me acorralaron y siguieron pegándome, me han destrozado el labio y me han roto la nariz. Me pegaban los dos y estaban furiosos, eran como una manada de locos", ha relatado.
"Espero ir a poder poner la denuncia a la policía, pero todavía me encuentro mal y tengo miedo a desequilibrarme y caerme", nos ha contado este vecino que a pesar de la paliza recibida asegura "no tener miedo".
Además, se muestra preocupado con el comportamiento violento de una parte de la juventud: "En mi época te regañaban y pedías perdón, ahora vienen y te revientan la cara", ha denunciado.
Valentín asegura que el ruido en esa zona de Ferrol es insoportable, ya que son muchos los jóvenes que salen de diferentes zonas de ocio y se 'entretienen' en este barrio y en el que los vecinos cada vez tienen más complicado poder descansar: 2Pido que las autoridades hagan algo porque esto ya es cuestión de orden público", ha dicho.
Eran las 05:30 horas del domingo. Valentín estaba en su casa, acostado, cuando comenzó a escuchar un bullicio proveniente de la calle que no cesaba. Cansado, decidió asomarse por la ventana y pidió a un grupo de jóvenes que bajasen la voz: "Era un ruido totalmente insoportable". Lejos de aceptar su petición de dejar de armar escándalo, los jóvenes comenzaron a increparle por haber lanzado agua, forzaron la puerta de acceso al edificio (rompiendo los cristales) e incluso subieron hasta el rellano del vecino.
Valentín decidió abrir a dos de los jóvenes al aporrear ellos la puerta, pero fue agredido de inmediato: "Directamente, puñetazos, puñetazos y puñetazos", relata la victima. Los atacantes y el grupo que los acompañaba huyeron antes de que llegara la Policía Local y Nacional y siguen sin ser identificados. El vecino fue trasladado en ambulancia al Hospital Arquitecto Marcide y fue derivado al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) debido a la gravedad de las heridas. Posteriormente, recibió el alta, pero las lesiones siguen siendo visibles y perdura la recuperación. Presenta magulladuras y hematomas en la cara y en todo el cuerpo.