La muerte de Caritina Goyanes, que fallecía repentinamente este martes en Marbella como consecuencia de un infarto, sorprendía a todos sus seres queridos y familiares. Consternados y completamente desolados, todos han viajado hasta Marbella para darle el último adiós a la hija de Carlos Goyanes y Cari Lapique.
Cari Lapique, de viaje a Mallorca junto a su hermana Miriam para tratar de airearse tras la reciente muerte de su marido hace solamente 20 días en el momento en el que se produjo la tragedia, regresaba desde la isla , al conocer la grave noticia.
Este jueves, familiares y amigos de la fallecida se han dado cita en la capilla de Guadalmina, en Marbella, para asistir a la misa funeral en su honor.
A las 11:30 en punto llegaba hasta esta capilla en el coche fúnebre el cuerpo sin vida de Caritina. Unos minutos antes, totalmente abatidas por el dolor, entraban dos de las personas que más la van a sentir su falta, su madre, Cari Lapique, y su hermana, Carla Goyanes.
Eran muchos los rostros conocidos y anónimas que ya acompañaban a la familia tras conocerse la triste noticia. Se acercaban al tanatorio en el que descansaban los restos mortales de Caritina para arropar a su familia. Ha sido un shock tan tremendo que nadie se ha podido hacer a la idea todavía. La pérdida de la hija de Carlos Goyanes ocurría tan solo veinte días después de la muerte de su padre.
Amigos y familiares acudían a dar el último adiós a Caritina Goyanes. Íntimas como Inés Domecq o María Zurita se abrazaban a las puertas de la capilla antes de que tuviese lugar la mesa en recuerdo de la hija de Cari Lapique y Carlos Goyanes.
Caritina deja tras su muerte a su marido, Antonio Matos, y dos hijos, Pedro, de 13 años, y Cari, de 10, apodada por su entorno como Minicari.